En la final de la Supercopa de España, Barcelona se midió con Athletic Bilbao en la cancha de Sevilla. No le salieron las cosas al equipo culé y perdió por 3 a 2 donde Messi vio la roja y recibió la primera expulsión jugando para el Barcelona.
El elenco de Ronald Koeman estuvo dos veces en ventaja, gracias a los goles de Antoine Griezmann (PT 40m y ST 31m), pero los vascos pudieron igualar las acciones para forzar el alargue: Óscar de Marcos (PT 42m) y Asier Villalibre (ST 44m) decretaron el 2-2 en los 90 minutos. Y ni bien arrancó el alargue, Iñaki Williams (PTS 4m) sentenció el triunfo del Athletic.
Ya con la historia sentenciada, Lionel Messi terminó yéndose expulsado -en lo que fue su primera roja con el elenco Culé- por un golpe sin pelota a Villalibre, que no había sido advertido por el árbitro del partido, pero si fue revisada por el VAR.
Así, el club vasco volvió a gritar campeón luego de varios años ante un Barcelona que es irregular y no logra un buen andar con partidos malos y con títulos que siguen sin llegar.