Cuatro minutos antes de la medianoche en España, y mediante un posteo en las redes sociales, el Barcelona publicó un "Gracias Luis" como despedida a Luis Suárez. Y un cuarto de hora después, ya en los primeros minutos del jueves por allí, el Atlético de Madrid anunció su llegada. Se concreta, así, lo previsto, tal vez la transferencia de mayor impacto en este mercado de pases.

No por el dinero que invirtió el Aleti, que sería muy poco ya que el uruguayo no era tenido en cuenta por Ronald Koeman y le quedaba un año de contrato en el Barsa, pero sí por lo que significa Lucho, la marca que dejó en el Culé, donde se transformó en el tercer goleador histórico del club.

A los 33 años, y después de seis temporadas en el Barcelona, Suárez deja el club donde se hizo íntimo amigo de Lionel Messi para transformarse en jugador de Diego Simeone. Por características, tal vez alguien ideal para la filosofía y las formas que impone el Cholo, que ya no cuenta con Alvaro Morata (pasó a Juventus) pero que cuenta con otro centrodelantero como Diego Costa.