La vuelta de Leandro Paredes a Boca Juniors suma un nuevo capítulo en medio de una negociación trabada entre el club argentino y la Leandro Paredes. El mediocampista campeón del mundo, que tiene contrato vigente con el conjunto italiano hasta el 30 de junio de 2026, continúa a la espera de que se destrabe su salida para sellar su regreso al club que lo formó.
En las últimas horas, la Roma tomó una decisión que alimenta las versiones sobre su inminente salida: no incluyó a Paredes en la presentación oficial de la nueva camiseta para la temporada 2025/26. A diferencia del exBoca, los otros argentinos del plantel, Paulo Dybala y Matías Soulé, sí formaron parte de la campaña publicitaria. El gesto fue interpretado como una señal clara de que su ciclo en el club romano está cerca de terminar.
El acuerdo de palabra entre Boca y el jugador está sellado desde hace semanas. Sin embargo, la traba sigue siendo contractual: para firmar con el Xeneize, el volante debe desvincularse formalmente de la Roma, algo que aún no sucedió.
El punto más conflictivo gira en torno a una cláusula de rescisión que, según fuentes argentinas, le permite a Boca adquirir el pase por 3,5 millones de dólares, incluso en cuotas. Esa opción fue incluida por el propio Paredes al renovar su vínculo con el club italiano. No obstante, desde Roma sostienen que el plazo para activarla venció el 30 de junio y que, por lo tanto, cualquier operación deberá renegociarse con un nuevo precio.
En Boca aseguran que la cláusula sigue vigente y cuentan con el respaldo del entorno del jugador, que continúa en diálogo con los directivos romanos para llegar a una salida consensuada. El objetivo es destrabar el conflicto en los próximos días, y todo indica que esta semana será decisiva.
Tras una temporada exigente en Europa y un breve descanso, Paredes ya le manifestó a su círculo más cercano su deseo de regresar a la Argentina. Con el Mundial de Clubes como parte del calendario xeneize y la oportunidad de ser protagonista en el equipo de Diego Martínez, el regreso parece estar cada vez más cerca. Solo falta que Roma baje la última barrera.