La pandemia sin dudas golpeó fuerte en la sociedad donde hubo personas que la pasaron mal. Atentos a eso, estuvieron la gente de Catamarca RC, que tuvieron la gran idea de retomar con la olla solidaria para esas personas que lo necesitan. 

El presidente de la institución, Marcelo Salas, habló al respecto y también se refirió al inicio de las actividades que se suspendieron por la vuelta a Fase 1: “Nos agarró justo cuando ya íbamos a comenzar con los Infantiles el día sábado y bueno el viernes llegó esta noticia que fue un baldazo de agua fría para el club”. 

Cómo se sigue: “Con la Comisión mantuvimos reuniones para ver qué hacíamos y decidimos ser solidarios de nuevo, a hacer la campaña que veníamos haciendo”. 

Ya se habían retomado con las actividades: “Ya las actividades estaban en su 75% activas con el plantel superior, con el gimnasio abierto, todo con el protocolo correspondiente. Faltaba la vuelta de las Infantiles y abrir la cantina pero con la vuelta a Fase 1 nosotros también tuvimos que cerrar todo”. 

“Lo que es infraestructura se frenó mucho con esta pandemia. Igual, se siguen haciendo pequeñas cosas para no estar muy parados. Después, sin la cuota del socio es muy complicado ir progresando a grandes rasgos. Se está haciendo lo que se puede”, afirmó. 

El aporte de la Unión Argentina de Rugby para la Unión Andina donde están los clubes de Catamarca: "La verdad que un gesto que llegó en un momento oportuno. Tomaron consciencia de lo que está pasando en los clubes chicos. Es un monto fijo para cada club de $65.000 y la ayuda en las inscripciones del año 2019 de cada jugador. Con eso podemos subsistir hasta fin de año".

 También, recibieron el subsidio de Nación «Clubes Argentinos»: "Fuimos beneficiados con eso, ya nos acreditaron ese dinero que fue de $60.000. Nos vino bien porque tenemos gastos fijos y agradecemos a la Secretaría de Deportes por todo". 

En los primeros meses de cuarentena, organizaron una olla popular que duró más de 10 días y dieron de comer a muchas familias: "Esto fue totalmente solidario por parte del club, con un trabajo en equipo, con gente que se acercaba a ayudar, querían cocinar, acercar mercadería. Nosotros cocinábamos para no involucrar mucha gente y cuidarlos". 

Siguió: "Cocinábamos primero 65 porciones, los primeros dos días. Luego, nos llegaba mucha mercadería y terminamos cocinando más de 200 porciones para el barrio Magisterio, parte del Parque Norte". 
Cerró: "Vamos a volver de vuelta con la campaña de donación de sangre, con el ropero solidario y con la recolección de alimentos no perecedero para los que más necesitan. Por eso, le avisamos a la gente y el que quiera colaborar bienvenido sea".