El 8 de diciembre de 1980, exactamente a las 23:00, en el vestíbulo del edificio Dakota de Nueva York, un joven llamado Mark Chapman asesinaba a tiros al músico John Lennon, del que se declaraba fanático.

De hecho, esa noche Chapman se le acercó y le pidió un autógrafo, pero ante la negativa de Lennon, le disparó siete balazos y le provocó la muerte inmediata.

Durante la madrugada del día 9 se difundió la noticia a nivel mundial. Al día siguiente, Ono emitió una declaración, diciendo: “No hay funeral para John”. Y concluyó su declaración con estas palabras: “John amaba y rezaba por la raza humana. Por favor, oren por él mismo”.

Su cuerpo fue incinerado en el Cementerio Ferncliff en Hartsdale (Nueva York) y Ono esparció sus cenizas en Central Park, donde más tarde se creó el monumento conmemorativo Strawberry Fields.

Chapman se declaró culpable por asesinato en segundo grado y fue condenado a cadena perpetua.

John Lennon, nacido en Liverpool (Inglaterra) el 9 de octubre de 1940, fue uno de los fundadores de la mítica banda “The Beatles”. Después de separada la formación, se dedicó a llevar adelante una exitosa carrera solista.

Tanto en una como en otra faceta provocó un gran impacto musical que cambió la forma de hacer música, y
lo convirtió en uno de los grandes personajes de la historia contemporánea.

Junto a su compañera Yoko Ono encabezaron además una campaña por la paz que los colocó como íconos de una época.

Radicado en los Estados Unidos, su segundo hijo (el primero con Yoko) nació en octubre de 1975. A partir de ese momento Lennon se alejaría de los escenarios para adoptar una postura de padre y “amo de casa”.