El Vaticano confirmó que el Papa Francisco sufre una infección polimicrobiana del tracto respiratorio, lo que ha obligado a los médicos a modificar su tratamiento y prolongar su hospitalización en el Instituto Gemelli de Roma. Aunque la Santa Sede asegura que su estado no ha empeorado gravemente, el cuadro clínico del sumo pontífice sigue siendo delicado.
Una infección respiratoria que requiere hospitalización
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, explicó que el cambio en la terapia se debió a los últimos análisis médicos, los cuales revelaron una evaluación más precisa de la enfermedad. A pesar de la internación, Francisco, de 88 años, mantiene el buen ánimo, ha continuado con su tratamiento farmacológico y hasta se dio el tiempo de leer los diarios.
El Papa fue hospitalizado el viernes pasado tras presentar un cuadro de bronquitis agravada. La situación se tornó más compleja cuando los estudios indicaron la presencia de una infección polimicrobiana, es decir, provocada por múltiples microorganismos, lo que requiere un abordaje terapéutico más exhaustivo.
Las llamadas del Papa a Gaza: su compromiso inquebrantable
A pesar de su estado de salud, el Papa Francisco continúa con su labor pastoral. Durante su hospitalización, realizó llamadas telefónicas a la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza, la única iglesia católica en la zona, donde actualmente se refugian 600 personas afectadas por la guerra.
Un colaborador de la parroquia relató que el sumo pontífice los ha llamado todos los días desde el inicio del conflicto, y aunque su voz sonaba cansada, se mostró animado y preocupado por la situación en la región.
Este gesto refuerza su compromiso con los más vulnerables, demostrando que, a pesar de sus problemas de salud, sigue de cerca los acontecimientos mundiales y mantiene su papel como líder espiritual.
Un historial de salud delicado
La salud del Papa Francisco ha sido motivo de preocupación en los últimos meses. A lo largo de su vida, ha enfrentado diversos problemas médicos, entre ellos la extirpación de parte de un pulmón en su juventud debido a una infección pulmonar, dolores en la cadera y rodilla, que han requerido el uso de una silla de ruedas; y múltiples caídas recientes, que le han provocado hematomas visibles.
En enero de este año, sufrió una caída en su residencia, lo que le dejó un golpe en el brazo. En diciembre, se le vio con un hematoma en el rostro tras otro accidente. Sin embargo, pese a estas dificultades, ha insistido en mantener su agenda de actividades sin reducciones.
Cancelaciones en la agenda papal
Debido a su hospitalización, el Vaticano anunció la suspensión de la audiencia general del miércoles. Además, algunos medios italianos especulan que el Papa tampoco asistirá a la misa del domingo en el marco del Jubileo de los Diáconos, aunque esta información aún no ha sido confirmada oficialmente.
El equipo médico que atiende al Papa no ha dado una fecha estimada para su posible alta médica, ya que su recuperación dependerá de cómo evolucione su tratamiento.
Una recuperación en manos de la ciencia y la fe
El Papa Francisco atraviesa un momento delicado de salud, pero sigue demostrando su fortaleza y compromiso con su labor pastoral. Su recuperación es una prioridad para el Vaticano, que monitorea de cerca su evolución y ajusta su agenda en consecuencia.
A pesar de las incertidumbres sobre su estado, el pontífice continúa con su misión, manteniendo su conexión con los fieles y abogando por las causas humanitarias en el mundo. En las próximas semanas, se espera que haya más actualizaciones sobre su estado de salud y la posibilidad de retomar sus actividades con normalidad.
