Alexei Navalny “se está muriendo, en su estado es cuestión de días”, advirtieron este sábado allegados del líder opositor ruso, encerrado dentro de lo muros de la dura colonia penal de Pokrov.

La vocera de Navalny, Kira Yatmish, lanzó el dramático alerta sobre el deterioro físico de Navalny, el crítico más prominente del presidente Vladimir Putin y que se encuentra en su segunda semana de huelga de hambre.

El temor es es que su cuerpo, ya golpeado por el envenenamiento al qie Navalny fue sometido el año pasado y del que está claro que no se recuperó el todo, esté ahora al final de sus posibilidades. Navalny entró en huelga de hambre el 31 de marzo para pedir tratamiento médico para sus dolores de espalda y la pérdida de sensibilidad en ambas piernas.

Exterior de la temida colonia penal de PokrovDIMITAR DILKOFF - AFP

Un grupo de médicos que lo apoyan solicitaron acceso inmediato al disidente, señalando que el nivel de potasio en su sangre es “crítico” y que puede sufrir un “paro cardiaco” en cualquier momento. Navalny cumple condena de dos años y medio por acusaciones de corrupción en una cárcel de la ciudad de Pokrov, a unos 100 kilómetros al este de Moscú.

Acceso urgente

La médica personal de Navalny, Anastasia Vasilyeva, y otros tres médicos, incluido un cardiólogo, dirigieron una carta a los responsables del penal para tener acceso urgente.

“El suero de potasio está en 7,1 mmol/l. Estos son niveles críticos”, dijo Vasilyeva en su cuenta de Twitter. “Eso significa que las funciones de ambos riñones están descompensadas, y que puede ocurrir un problema cardíaco en cualquier momento”. Un nivel de potasio en la sangre superior a 6.0 mmol/l implica normalmente tratamiento inmediato.

En su carta conjunta, los doctores no descartan que Navalny, que sobrevivió por poco a un envenenamiento con el agente tóxico Novichok y por el que fue tratado en Alemania, pueda sufrir un “paro cardíaco”.

Los abogados de Navalny no pudieron visitarlo durante el fin de semana, pero los médicos estiman que tiene que ser atendido inmediatamente “teniendo en cuenta los exámenes sanguíneos y su reciente envenenamiento”.

Más de 70 escritores, artistas y académicos occidentales le pidieron a Putin que se asegure de que Navalny recibe tratamiento adecuado, mediante una carta abierta que apareció en influyentes medios como la revista británica The Economist y el diario francés Le Monde.