Sebastián Rodrigo Romero, militante del Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PTSU), disparó con un mortero casero atado a un palo contra la policía porteña durante las protestas frente el Congreso de la Nación mientras se discutía, dentro, la reforma provisional impulsada por la gestión de Mauricio Macri. El hecho ocurrió en diciembre de 2017.
La foto se volvió un ícono y el “militante del mortero” se convirtió en prófugo desde entonces, hasta hoy que fue detenido en un campo en la zona del Chuy en Uruguay, tras una investigación del área de Interpol en colaboración con la Policía Federal Argentina.
Romero está imputado por intimidación pública, daño, lesiones, resistencia a la autoridad y perturbación de la sesión del Congreso. Incluso el Gobierno nacional había ofrecido un millón de pesos por datos para dar con él.