En una muestra del aumento del descontento social que vive Europa ante el aumento de la inflación, una huelga nacional de 24 horas paralizó este lunes el transporte en Alemania en reclamo de mejoras salariales.
La medida de fuerza, convocada por los sindicatos ver.di y EVG, paralizó trenes de larga distancia y la mayoría de los servicios regionales y de cercanías, el subte, los aeropuertos y el transporte público de pasajeros y marítimo en casi todo el país, informó la Deutsche Welle.
"Es lo que se llama una huelga de alerta, de 24 horas. Luego vuelven a negociar. La semana pasada hubo un paro, ahora vuelven a conversar y si no hay resultados hacen otra huelga. En general, es un proceso bastante disciplinado, aunque más complicado este año", dijo en una entrevista con TN el economista y periodista estadounidense Raymond Colitt, radicado en Berlín.
Qué exigen los gremios que paralizaron el transporte en Alemania
Alemania registró una inflación del 7,9% en 2022, la más alta en los últimos 70 años, según el instituto de estadísticas. Pero no se detiene. En febrero subió a 8,7% interanual, un índice que para los argentinos es ínfimo, pero que para los alemanes es inédito.
Los gremios exigen un aumento de salarios del 10,5% en el marco de las negociaciones con las patronales del sector. La contraoferta fue de un incremento del 5%, dividido en 3% para este año y 2% para 2024, además de pagos únicos libres de impuestos de 2500 euros y un aumento de la paga anual extraordinaria.
Los gremios del transporte movilizaron a unos 350 mil trabajadores en todo el país. "El objetivo es paralizar Alemania", dijo la Deutsche Welle.
Cómo impactó la huelga nacional del transporte en Alemania
La huelga tuvo amplio alcance en la mayoría de las regiones del país, aunque impactó en menor medida en Berlín. Casi todos los aeropuertos nacionales estuvieron fuera de servicio. Casi 400.000 viajeros se quedaron en tierra.
En tanto, las negociaciones continúan. "Este proceso tiene 150 años de tradición. Eso no quiere decir que no haya inconvenientes. Hay mucha gente enojada", dijo Colitt.
La prensa local estimó que además de los servicios ferroviarios, casi todos los aeropuertos, vías fluviales, autopistas y transporte público local estuvieron afectados en siete de los 16 estados del país.
"Un conflicto social que no tiene repercusiones es un conflicto social inofensivo", afirmó Frank Werneke, presidente del sindicato Ver.di.
El operador ferroviario Deutsche Bahn dijo que la huelga es injusta. "Millones de pasajeros que dependen de autobuses y trenes están sufriendo esta huelga excesiva y exagerada", dijo un vocero de la empresa.
Pero la huelga en el transporte no es la única. Los reclamos salariales se vienen multiplicando en los últimos meses e involucraron a gremios docentes, de salud y el correo ante el alza de la inflación, un fenómeno que alcanza hoy a todos los países de Europa.
