Un grave hecho de abuso sexual es investigado bajo un gran hermetismo por la justicia de la ciudad de Andalgalá, departamento homónimo, que tomo conocimiento del hecho en las primeras horas de la mañana de ayer, cuando una joven de 18 años de edad, de quien se reservan todos sus datos personales, ingresó al hospital zonal con una crisis de nervios y manifestando haber sido víctima de un abuso sexual.

El protocolo de rigor dio positivo, es decir, que la víctima presentaba lesiones compatibles con un abuso sexual.

De acuerdo con la información a la que tuvo acceso este diario, el sábado a la noche, la joven de 18 años habría salido al boliche local junto sus primas y un grupo de amigos, donde, luego de bailar y compartir casi toda la madrugada, se marcharon al río ubicado en el ingreso a la ciudad de Andalgalá, donde la víctima se habría descompensado, por lo que la llevaron a su domicilio en un automóvil de alquiler.

Cerca de las siete de la mañana la joven ingresó al hospital llorando y con una crisis de nervios. Su madre, quien la acompañaba, le comentó a los médicos que la asistieron, que había llegado en ese estado a la casa pidiendo perdón y manifestando que la habían violado.

Inmediatamente la muchacha fue compensada y contenida, practicándosele el protocolo de abuso sexual que corroboró sus dichos.

El hecho fue puesto en conocimiento de la fiscalía local, quien impartió otras medidas. También tomó intervención la policía local, que trabajaba ayer en la recepción de testimonios de las personas que habrían estado con la joven momentos previos, durante y posteriores a que ocurrió el abuso sexual, que por el momento no se pudo determinar con exactitud donde fue.

Trascendidos daban cuenta que la victima habría recordado que encontrándose en el boliche le habrían colocado alguna sustancia en la bebida, es decir que la habrían drogado no recordando nada más sino hasta que llego a su casa y recordó que había sido abusada. Por el momento no hay personas arrestadas aun cuando los investigadores trabajan a contra reloj para primeramente establecer el lugar donde ocurrió el abuso, es decir si fue en el mismo boliche, a la salida o en el río donde se descompenso y quien o quienes habrían sido los autores.