En el horario vespertino y, tras un cuarto intermedio, el debate se reanudó con la exposición de los alegatos de cinco de las seis defensas.
A líneas generales, los bogados Orlando del señor Barrientos, Jorge de la Fuente, Pedro Vélez, Víctor García y Herman Zalazar pidieron, al momento de peticionar la pena que sus asistidos, sean absueltos, lisa y llanamente; y, en caso de que el tribunal no haga lugar a sus argumentos y sí a los de la fiscalía y la querella, pidieron que no se ordene la inmediata detención de sus asistidos, sino que se les permita transitar el proceso, hasta que quede firme la sentencia, en libertad.
En todos los casos, los abogados compartieron, en gran medida, lo expuesto por el abogado Marcos Gandini, que efectuó un minucioso análisis de cada una de las pruebas que tomó la fiscalía para mantener la imputación de tortura seguida de muerte para su asistido. En esa línea, lo hizo el abogado de Barrera, quien mencionó a los testigos del caso y puso en duda el “cronometrado” momento en que, para la fiscalía, su defendido y Bulacios agredieron a Pachao. Sostuvo la existencia de la pelea entre Pachao, González y los hermanos Leiva. También hizo referencia a la lesión sufrida siete días antes de su arresto y, tal como lo señaló el médico Cacciaguerra, la indicó como la causa del deceso, entre otros aspectos analizados por el abogado por casi una hora.
Luego fue el turno del Dr. de La Fuente, quien asiste a Varela, para quien la fiscalía, al igual que para Nieva y el subcomisario Quevedo, pidió condena por el delito de tortura, entendiendo esta acción por parte de los mencionados, el no haber llamado “a una ambulancia”, por ejemplo, para que asistieran a Pachao, lo que fue categóricamente contrarrestado por las defensas. En el caso del Dr. Vélez, su alegato fue más dirigido a la querella, que sostuvo la imputación, pero no la fundó. También indicó que, a su entender, siempre hubo de esa parte una intención “política en el caso”, dejando entrever la “intención” que tuvo Manzi al presentarse a declarar en el recinto. Se refirió también a la comparación que efectuó Galíndez con el holocausto y fue duramente criticado.
Luego, a renglón siguiente, alegó el Dr. Víctor García, que defiende al imputado Nieva. El letrado hizo propio los argumentos del Dr. Marcos Gandini, como también de los otros letrados que lo antecedieron en los alegatos, echando por tierra la acusación.
En uno de sus párrafos agradeció a la fiscalía y a la querella la mutación del hecho, ya que de esta manera -dijo el letrado-, se le premitió citar al médico Cacciaguera, que “dio cátedra” al explicar cuál fue el origen de las lesiones que causó la muerte de Diego. Asimismo, hizo referencia, aun cuando dijo que no lo pudo confirmar, a que Pachao había ingresado dos años antes al hospital por un cuadro de alcoholemia y casi había perdido la visión de un ojo.
Finalmente, el Dr. Zalazar cargó duramente contra la fiscalía y negó categóricamente que a su asistido se le pudiera achacar el delito de tortura por omisión, por no haber “revisado” los calabozos. Habló también de que la fiscalía mutó tantas veces el hecho, en razón de solo hacerlo coincidir con el horario en el que su asistido estuvo en la comisaría.
Asimismo, hizo referencia al caso Videla, en el cual dos policías fueron condenados a prisión perpetua por tortura, siendo él, en ese entonces, el fiscal de la causa: “Las lesiones que presentaban no se condicen con la Diego y saben por qué, porque a Diego no lo torturaron, nada de eso pasó en la comisaría, como ahora lo quiere hacer ver la fiscalía”.
