Tal como estaba previsto en la mañana de ayer, se reanudó en la Cámara Penal N° 3, de manera remota, la audiencia a los dos sujetos, de apellidos Guardo y Flores, que habían comenzado a ser juzgados la semana pasada por el supuesto delito de abuso sexual con acceso carnal. 

El tribunal falló de manera unánime y condenó a ambos imputados a la pena de siete años de prisión. Vale resaltar, que desde el año pasado, Guardo y Flores se encuentran detenidos en el penal de Miraflores, desde donde siguieron en forma online el debate.  
El miércoles pasado, en la jornada de los alegatos, el ministerio público fiscal, a cargo del Dr. Miguel Mauvecin, entendió que por los dichos de la víctima, la confesión de los imputados y otras pruebas que se ventilaron durante las audiencias, el hecho de abuso existió, pero que se trató de un abuso sexual simple (tocamientos impúdicos en las partes íntimas). Motivo por el que solicitó una pena de dos años de prisión en suspenso, pedido al que se adhirió la defensa de ambos imputados. Sin embargo, la querella, representada por el Dr. Jorge Bracamonte (h), pidió 10 y 12 años para los imputados, manteniendo la imputación con la que llegaban al debate. 

Sentencia 
El fallo se dio a conocer en las primeras horas de la mañana, cuando el presidente del tribunal integrado por los jueces Marcelo Soria, Patricia Olmis y Jorge Palacios reanudó la audiencia. Tras escuchar la última palabra de los imputados, se develó el misterio. Por unanimidad, los magistrados declararon culpable a Flores y a Guardo del delito de abuso sexual gravemente ultrajante, condenándolos a purgar la pena de siete años de prisión efectiva. 

El caso 
Cabe señalar, que en junio del año pasado, los ahora condenados llevaron a la víctima, de 16 años, bajo engaños de cazar loros a un sitio alejado del pueblo, en el interior del departamento Santa Rosa. En un determinado momento, los sujetos aprovecharon que la víctima había llevado una botella con agua para tomar en el camino y le colocaron un somnífero que lo hizo adormecer para, luego, los depravados abusar de él.