En la jornada de hoy, inició en la vecina provincia de Santiago del Estero, el juicio oral y público por la muerte de Ricardo Artemio Peñaflor quien, tras ser ultimado con un disparo en la cabeza fue incinerado en la caja de su camioneta, en el límite entre las provincias de Santiago del Estero y Catamarca, el 6 de agosto de 2019.
El banquillo de los acusados está ocupado por Saúl Gerez (76) -imputado confeso-; el expolicía Lindor Alfredo Rodríguez y su esposa, docente, Claudia Viviana Pereyra (53); Jesús Osmar Pinto, (49) y Daniel Ramón Pinto (40), quienes enfrentan condenas de posible prisión perpetua.
Mientras que el tribunal encargado de juzgarlo está integrado por los jueces Luis Achaval, Graciela Viaña de Avendaño y Julio Carmelo Vidal.
La citación a juicio, es decir, la acusación formal del hecho endilgado a los imputados, realizada por los fiscales Alfonso Arce y Gustavo Montenegro, da cuenta de que los cinco imputados confabularon para quitarle la vida a Peñaflor, quizá movilizados por odio, traición, ambición desmedida y $ 20.000, monto que se habría abonado a los sicarios.
La citación da cuenta de que Peñaflor fue traicionado por su compadre Saúl Gerez. Se sospecha que su muerte costó $20.000 y habría sido materializada por los hermanos Pinto.
Es decir, que Peñaflor fue reducido en la casa de Gerez. Luego, los acusados lo maniataron y trasladaron hacia una zona inhóspita en la Ruta N°157. Uno de los Pinto le disparó, pero Peñaflor seguía vivo. Entonces, el expolicía Rodríguez le dio el tiro de gracia en la cabeza.
El móvil habría sido una supuesta bronca por una infidelidad o un supuesto ajuste de cuentas.
Planteo
Al comienzo del debate, la defensa de los hermanos Pinto requirió la exclusión de la querella a cargo de Abel Mauas. A criterio del abogado Osvaldo Díaz “hay falta de legitimación”, expresó.
Sin embargo, el tribunal aceptó parcialmente la constitución de la querella que, si bien podrá estar presente en la sala de audiencias, no podrá realizar preguntas ni formular alegatos en la etapa final.
Seguidamente, las partes expusieron sus alegatos de apertura.
Mientras la fiscalía sostuvo la acusación de homicidio calificado, las dos defensas de los cinco imputados solicitaron la absolución para sus asistidos.
Según argumentaron los letrados, el imputado Saúl Gerez, quien goza de la prisión domiciliaria, sufrió un ACV y tendría demencia senil. Se trata del imputado quien, tras el hecho y a pesar del pacto de silencio, se quebró y confesó el horrendo crimen de Peñaflor. Confesión que llevó a los investigadores de ese momento a detener a Lindor Alfredo Rodríguez (55) -policía retirado-, y Claudia Viviana Pereyra (51), docente en la zona rural del departamento Choya, esposa de Rodríguez, con quien Peñaflor habría mantenido un romance. A principio de noviembre de 2019, el hombre delató a los hermanos Jesús Osmar Pinto (47) y Daniel Ramón Pinto (38), radicados en Frías.
En consecuencia, dijeron las defensas, que si Gerez, el único testigo clave, el imputado que se quebró y confesó (...), tiene demencia senil, no podrá declarar.
Luego de escuchar a las partes, el tribunal le dio la palabra a los cinco imputados, quienes optaron por el silencio.
Así finalizo la primera audiencia, reanudándose mañana el juicio con la declaración de los testigos.
Está previsto que declaren en la sala los dos hijos de la víctima, Dalma Yohana Andrés Eduardo Peñaflor, su hijastra Adriana Pérez y un vecino de nombre Luis Toneatti.
