Christian Borgogno, el chofer de Uber que sufrió una brutal golpiza en patota por parte de un grupo de cinco taxistas y remiseros el pasado viernes, habló sobre lo sucedido y denunció la violencia con la cual se llevó a cabo la emboscada. Hoy la justicia investiga a los involucrados, entre ellos, el propietario de Remises Catedral, Federico Salguero, quien además, ya había sido detenido en una manifestación Anti-Uber. En tanto, Gustavo Saadi, el intendente de la Municipalidad de Capital aseguró que les revocarán las licencias a los cinco taxistas y remiseros que participaron de la agresión.
El hombre ahora se encuentra "bien" de estado de salud y ya realizó la denuncia penal correspondiente en la Unidad Judicial N°4, según explicó en diálogo con Tveo noticias.
Borgogno, al respecto, explicó que todo comenzó el viernes por la mañana, cuando acudió a la avenida Illia y Pasaje Río del Valle para alertar a otros conductores de Uber que se estaba llevando a cabo una "emboscada".
"Estoy en un grupo de choferes de Uber, soy chofer en tiempos libres, la ventaja es que uno es dueño de su propio tiempo, no es un trabajo esclavizante." empezó señalando a Tveo noticias, y explicó que allí, uno de sus "compañeros" advirtió que le habían realizado una emboscada entre remiseros y taxistas y personal de Tránsito en el barrio Los Pinos.
La modalidad era que se realizaban pedidos de viajes por la aplicación, simulando ser pasajeros. Cuando los conductores llegaban, eran "emboscados" en el operativo y se les secuestraban los autos. Según denuncia Borgogno, en el marco de estos operativos se daban hechos de violencia por parte de los taxistas y remiseros, por lo cual, había decidido acercarse en la oportunidad para prevenir a otros conductores.
"Me decían que se estaban generando hechos de violencia, pateaba puertas, rompían vidrios. Dije 'me voy ahí, para dar una colaboración y ver qué pasa'. Cuando llegué ahí, a pie, había una camioneta de la policía pero los ánimos estaban caldeados. Los chicos filmaban todo." explicó, el hombre.
Luego, según el relato de Borgogno, con los otros conductores de Uber, intentaron cortar el camino antes del control para alertar al resto, ya que pedían viajes hasta el aeropuerto cuyo valor es de "7 mil, y 8 mil pesos". El hombre explicó que fue así como terminó en la avenida Illia y Pasaje Río del Valle donde, como luego se pudo ver en el video viralizado, fue atacado por un grupo de taxistas.
"Hice desviar como 10 o 15 choferes que se vayan. Se dieron cuenta que no estaban entrando más autos. Siento que viene uno de atrás y me empuja y me dice que qué estaba haciendo. Llegó un chico de Tránsito y me dijo que lo que estaba haciendo era ilegal." explicó. En este sentido, reclamó que el control era "ilegal" y aseguró que increpó al agente de tránsito diciéndole que no podían estar sin conos o señalizados.
Mientras ocurría esa discusión, según el relato de Borgogno, llegaron otras cuatro personas en un auto. "Me pegaron de atrás. Me llevaron como 20, 30 metros pegando hasta que me caí. Lo único que quería hacer en ese momento es atinar a escaparme pero no podía porque me pateaban de un lado a otro, como a una bolsa. Recién cuando se fueron me pude poner de rodillas, pero sangraba por todos lados", relató y explicó que no logró identificarlos, pero aclaró que otros conductores presentes lograron identificarlos.
Posteriormente, el hombre fue trasladado al Hospital San Juan Bautista, donde le dieron 24 horas de observación y 48 horas de reposo en cama. Presenta múltiples hematomas, cortes y contusiones en todo el cuerpo.
El hombre finalmente apuntó que no haya diálogo con el sindicato de taxistas y remiseros, y que nunca quisieron reunirse con ellos. "Pedimos reuniones al sindicato y nunca quisieron." aseguró.