Los robos bajo la modalidad de arrebatos callejeros fueron una constante el fin de semana, en las calles de la ciudad. Las sexagenarias fueron las víctimas elegidas por los malhechores, quienes actuaron de a dos y usaron motos para movilizarse. Mónica Mauvecin fue una de las damnificadas. La mujer de 63 años relató en la unidad judicial que ayer a la mañana, cuando regresaba a su domicilio a pie por calle Augusto Tapia, a metros de calle Salas Martínez, fue abordada por un sujeto quien, sin descender de la moto en la que se conducía, le arrebató la cartera en cuyo interior transportaba documentación varia y la suma de 20 mil pesos. En la jornada del sábado, en tanto, a Rosa Guzmán (65) un sujeto le arrebató el teléfono celular que llevaba en su mano. El ilícito sucedió a las 13:15 en Avenida Figueroa, a la altura del shopping del Alto del Solar. También a las 23:15, Antonia Anse (63) se desplazaba a pie por calle Caseros, cuando pasando calle Pedro Cano, dos sujetos en moto la sorprendieron desde atrás. El sujeto que iba como acompañante le arrebató el teléfono y el conductor aceleró el motovehículo y escaparon con rumbo desconocido. 
Finalmente, Ramona Guaráz (32) denunció en el Precinto Judicial N° 3 que el día sábado a las 14:00 aproximadamente, en circunstancias que caminaba por Avenida Eulalia Ares de Vildoza, en inmediaciones al club de la Chacharita, se le acercó una moto tipo CG. Del rodado descendió el sujeto que iba atrás, quien extendiéndole la mano le exigió que le entregara el teléfono celular. Mientras que la otra mano, que la tenía en el bolsillo de la campera, simulaba ser un arma de fuego. Por temor a que realmente el sujeto tuviera un arma, Guaráz le dio en teléfono, el delincuente volvió a abordar la moto y huyó junto al cómplice. En todos los casos, las víctimas dieron aviso a la Policía y, si bien las patrullas recorrieron la zona en procura de localizar a los motochorros, ninguno fue localizado.