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Ocurrió en la Capital, a plena luz del día

Un niño de once años fue “secuestrado” y amenazado con un arma por el robo de un can

El confuso y extraño episodio ocurrió el martes, a plena luz del día. La madre del niño denunció el hecho y reconoció a los supuestos autores. El robo de una perra de raza fue el detonante del suceso, que terminó también en una batahola vecinal.

El robo de una perrita de raza fue la causa.
El robo de una perrita de raza fue la causa.

02 Julio de 2020 02.08

Un confuso episodio movilizó, el martes a la tarde, a varios móviles policiales, quienes se abocaron a la búsqueda de dos automóviles, en uno de los cuales sus ocupantes habrían “secuestrado” a un niño de 11 años y a un joven de 19, a quienes los acusaban de haber robado una perra de raza pitbull. El hecho terminó con la denuncia y contradenuncia y, ahora, será el fiscal Ezequiel Walther quien resolverá la situación del automovilista, supuesto damnificado del robo, quien, según la denuncia de la madre del niño víctima, no solo lo “secuestró”, obligándolo a subir al vehículo, sino que, además, lo habría amenazado en el interior del habitáculo con un arma de fuego. Hasta el momento, el animal canino, supuestamente sustraído, sigue sin aparecer. 
De acuerdo a la información policial y judicial a la que tuvo acceso LA UNIÓN, el hecho se originó minutos después de las 16.00 horas, en circunstancias que el niño -cuyos datos personales se reservan por su edad- se encontraba -según este le comentó a su madre, quien realizó luego la denuncia en la Unidad Judicial N° 4- junto a un vecino y amigo de 19 años, en inmediaciones del Dique El Jumeal, cazando pájaros, cuando, en un determinado momento, se acercó un auto, del que descendió un hombre, quien lo obligó a él y a su amigo a subir al vehículo. Adentro de  aquel, siempre según el relato del niño a su madre, esta persona, a punta de pistola, les pidió que le digan en dónde estaba el perro que le habían robado, para luego, trasladarlos en el automóvil hasta su domicilio, en el barrio Los Amigos. 
Ante los investigadores, la mujer comentó que este relato de su hijo se lo hizo después de que ella viera a dicho sujeto llegar junto al niño a su casa y descender del vehículo. “Encontrándome en mi casa -dice la denuncia-, es cuando veo que en frente se detiene un automóvil, con varias personas en el interior quienes, luego, descienden, menos el conductor. Ahí veo -continúa la denunciante-, que uno de estos hombres llevaba del hombro a mi hijo y a un vecino e intentaron ingresar a la casa de otra vecina”. En ese momento, fue que la mujer salió y se dirigió a ver qué estaba sucediendo con su hijo, siendo allí, según consta en la denuncia, cuando esta persona soltó al menor, reclamándole a la vecina que le devolviera al perro que le habían robado.  

Una segunda denuncia 
A la denuncia de la mujer se sumó en la misma unidad judicial la del joven de 19 años -también “secuestrado” junto al niño-, E. R. C. Al igual que el niño, el muchacho indicó que, encontrándose trampeando pájaros en cercanías del Dique El Jumeal, llegó su denunciado, Claudio Donoso, muy enojado, preguntándole dónde estaba su perro, a lo que él repreguntó a qué perro se refería, para luego, doblarle la mano y quitarle la trampera. Según la denuncia, Donoso lo obligó, luego, a subirse, tanto a él y como al niño, al auto, lo que realizó por temor ya que había visto que tenía un “fierro” que le sobresalía de la manga del buzo. Luego, se trasladaron hasta la zona de Choca Viejo, donde buscó a su hermano, Bruno Donoso, quien lo siguió desde atrás en otro auto de color amarillo, para dirigirse luego a su casa ya que, según Claudio Donoso, ahí estaba su perro. Seguidamente, -continúa la denuncia-, se dirigieron a la casa de otra vecina, donde los dejó bajar y bajó él también -por Claudio-, y se inició una discusión con la pareja de la dueña de la casa, a quien golpeó y, luego, se armó una batahola, interviniendo otros vecinos. Todo terminó cuando Donoso, su hermano y las personas que lo acompañaban se subieron a los autos y se marcharon, amenazándolos con “regresar a matarlos”. 
Fuentes judiciales consultadas indicaron que, más tarde, la propietaria de dicha vivienda y pareja del agredido denunció el ataque en su domicilio. 
Tras ser informado del tenor de las denuncias, el fiscal Ezequiel Walter dispuso la medida a seguir. En paralelo a ello y ante el requerimiento al comando policial, varias patrullas se abocaron a la búsqueda de los sospechosos, siendo más tarde detenidos dos hombres de apellidos Perea, quienes se conducían en un vehículo de características similares a uno de los dos en los que habían llegado los revoltosos. 

La denuncia por el robo del perro

Los mismos voceros judiciales indicaron que alrededor de las 17.00 horas, en el Precinto Judicial N° 4, se hizo presente Claudio Donoso -uno de los denunciados por el “secuestro”- y denunció ante las autoridades que a las 15.00 horas, se dio con la novedad de que personas desconocidas le sustrajeron del interior de su vivienda una perrita Pitbull.  
Asimismo, al salir de la vivienda, relata, observó en la calle a dos menores que iban caminando con su perrita. Luego de ingresar a su casa, salió y se dirigió hasta un cañaveral, donde volvió a encontrar a los menores, a quienes les pidió que le devolvieran el animal, respondiéndole uno de ellos que un hermano tenía el can, por lo que se subieron a su auto y fueron a la casa.  
Al llegar, continúa la denuncia, ellos se bajaron del auto, llegando también su hermano, Bruno y, luego de unos minutos, salieron de la vivienda varias personas con palos y machetes, retirándose, por temor, del lugar, sin recuperar a su perra.