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En reconocimiento a Antonio Taire

Catamarca tendrá el Día de los Derechos del Estudiantado Secundario

25 Agosto de 2022 09.44

La Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de Ley, iniciativa de la Diputada Adriana Díaz, que promueve celebrar cada 6 de agosto el Día de los Derechos del Estudiantado Secundario, en homenaje al joven mártir y líder estudiantil Antonio Taire. Taire tenía 18 años cuando fue baleado por negarse a retractarse de sus dichos periodísticos contra la vicedirectora de la Escuela Normal de Maestras, Julia Gómez. Era 1920 y estaban en medio de una huelga estudiantil. 

En sus argumentos, Díaz, señaló: “Procuro distinguir a un joven catamarqueño poco reconocido, cuyo martirio significó el fin de una etapa de sed revolucionaria de los jóvenes de nuestra provincia en 1920, que buscaban aplicar los postulados de la Reforma del '18 gestada en la Universidad Nacional de Córdoba”. Tras relatar la historia del hecho que segó la vida del estudiante catamarqueño, Díaz manifestó “El martirio de Taire dejó sin dudas luchas inconclusas, ya que el movimiento estudiantil y el grupo de jóvenes que lo encabezaron terminó por desintegrarse. Considero necesario por todo lo expuesto, que sea reconocido como portador de la bandera de los derechos de las y los estudiantes de nuestra provincia y la libertad de prensa”. 

En su articulado, el proyecto también establece la promoción en los establecimientos educativos de gestión pública y privada, de actividades de reflexión sobre la historia de Taire, y de información y concientización de los derechos estudiantiles. 

El proyecto, que fue aprobada de manera unánime, tendrá su correlato con otro de resolución de autoría conjuntamente las diputadas Adriana Díaz, Natalia Ponferrada, Verónica Mercado, Claudia Palladino, Cristina Gómez, Alicia Paz y Natalia Saseta, y que solicita  al Ejecutivo que a través de las áreas correspondientes se realice la restauración y puesta en valor de la tumba de Taire en el cementerio MunicipalFray Mamerto Esquiú. Ésta última iniciativa, que aún no fue aprobada, promueve también la colocación de señalización en calle Tucumán, entre Mate de Luna y Zurita, lugar donde ocurrió el trágico hecho contra el estudiante, en evocación a ese acontecimiento. 

Historia

Según consta en el libro “Antonio Taire, el mártir”, del periodista e investigador catamarqueño Carlos Gallo, Taire nació en 1901, en la villa de El Portezuelo. A sus 4 años falleció su madre, quedando al cuidado de su padre durante el resto de su infancia. La escuelita pública del lugar lo vio crecer en sus primeros años de vida. Poco tiempo después su padre también fallece, y se traslada a la Capital catamarqueña quedando junto con sus hermanitos bajo el amparo de su abuela. 

Ya en la Capital ingresa en la Escuela Belgrano y a sus 15 años cumple el sueño de ser alumno de la Escuela Normal Regional, que actualmente tiene el nombre de Escuela Preuniversitaria Fray Mamerto Esquiú, destacándose no solo como buen estudiante sino también por su sensibilidad hacia los más desprotegidos. Es así como crea la Escuela para Canillitas, con la intención de enseñar a leer y escribir a sus compañeros, y a niños y niñas que no recibían educación escolar; habitualmente realizaba visitas a personas privadas de su libertad, con la intención de acercar consejos y brindar acompañamiento. 

Además participó en clubes de fútbol y practicó el tiro. Para ese entonces ya comenzaba a incursionaren el periodismo lanzando la revista “Argentinidad”, que luego se convirtió en el boletín “La voz del Estudiante”, y que se imprimía en los talleres de la misma escuela como un hermano menor de "El Maestro”, un quincenario que se ocupaba de temas de interés para la clase docente, órgano de difusión de la Unión del Magisterio de Catamarca a cargo de José Electo Brizuela, vicedirector de la Regional y presidente de la Liga de Futbol. 

Electo fue una figura pública influyente, era hermano del reconocido artista visual catamarqueño Laureano Brizuela, y además un personaje polémico de la época, ya que en sus publicaciones expresaba su ideario a favor de la educación nacionalista y laica. En realidad, Electo fue clave para la propagación del movimiento estudiantil de ese entonces. Para el año1918, aunque principalmente con fines sociales, Catamarca ya contaba con los primeros Centros de Estudiantes de las escuelas Normal de Maestras, la Regional el Colegio Nacional que tenía como presidente de su centro al alumno Estanislao Maldones. Y mientras en Córdoba ya se gestaba la Reforma Universitaria como un movimiento que buscaba la democratización universitaria, aquí ese año se clausuraba el ciclo lectivo debido a los brotes de peste bubónica, el coqueluche, el sarampión y la gripe, que se habían agravado durante el invierno. Se sumaba la toma de otras medidas drásticas como la desinfección casa por casa, la suspensión de actividades públicas, el aislamiento de posibles enfermos y el tratamiento urgente de los casos graves. 

La clausura del ciclo lectivo generó una carta en protesta por parte del alumnado que se encontraba cursando el último año y que no pudo recibir su certificado de estudios, necesario para incorporarse al nivel superior. La cuestión se resolvió, y en 1919 las clases iniciaron con relativa normalidad aunque persistían casos de las enfermedades en la capital y el interior provincial. La elección a gobernador convocada por el Interventor Federal Fabio López García, debía realizarse en 1920, sin embargo en noviembre de 1919 tras una ríspida campaña electoral con referentes nacionales, se llevó a cabo la primera contienda electoral. Radicales y Conservadores de la Concentración Catamarqueña se acusaron e impugnaron mutuamente, por lo que fue necesario convocar a comicios complementarios en algunos distritos el domingo anterior a Navidad. Como artilugio político el Interventor ordenó a la Policía Provincial, leal al radicalismo, un cordón sanitario en el centro mismo de la ciudad incluyendo la Catedral y el Palacio Episcopal. La peste bubónica era la excusa para impedir el voto de veintiocho dirigentes “concentrados” reunidos en domicilios particulares, que quedaron cercados dentro del cordón sanitario junto al Obispo que también quedó aislado. En medio de acciones fraudulentas, la elección le dio el triunfo al radicalismo, asumiendo el 1º de enero de 1920 Ramón Clero Ahumada como gobernador. En paralelo a estos hechos que ocurrían en el ámbito político se dicta una resolución ministerial que nuevamente, y al igual que en 1918, clausuró los establecimientos secundarios y normales determinando otra vez que no se tomen los exámenes finales. 

La preocupación invadió a los alumnos del último año del secundario, ante la posibilidad de perderlo. Los padres apoyaban les daban la razón, porque las medidas sanitarias para controlar la propagación de las enfermedades parecían ser adecuadas, entonces no se explicaban el porqué de tan drástica decisión. Por la prensa se dio aviso al alumnado no eximido de la convocatoria para rendir de inmediato una prueba general. Una gran cantidad no llegó a enterarse, sobre todo los que residían en el interior. Sin embargo, y aun ante la falta de tiempo de preparación para esa prueba general, un gran número se hizo presente para rendir en el Colegio Nacional, y el resultado fue desastroso. 

La reacción estudiantil no se hizo esperar, y la rebelión se dio encada escuela de la provincia, negándose a rendir otro examen. Lo que por unlado marcó el comienzo de la huelga, y por otro puso en duda el comienzo de las clases. Ante las circunstancias el Ministerio de Justicia de Instrucción Pública envió desde Buenos Aires al profesor e inspector de enseñanza secundaria y normal Luis María Díaz para que interceda en el conflicto. “El Maestro” atestiguaba la situación: “Continúa sin solución la huelga de los estudiantes secundarios y normales de esta provincia. Por primera vez en Catamarca, prodúcese un movimiento estudiantil de esta magnitud singularmente unánime. Causas muy profundas y complejas informan este conflicto. El señor inspector Díaz trabaja activamente por regularizar las clases, pero sin resultados. Los padres de familia en gran mayoría apoyan la actitud de los alumnos. Es de esperar una justa solución.” Es decir que ya se distinguía un movimiento estudiantil crítico de la educación rutinaria, libresca y teórica en Catamarca. Para ese entonces Taire había participado de la conformación y llegó a presidir el centro de estudiantes Regionales. Llegaba su turno de presidir a ese grupo de jóvenes alentados principalmente por el vicedirector de su escuela que ya bregaba por democratizar la educación y la adopción de métodos más modernos de enseñanza. Al arribo del inspector Díaz, los alumnos le entregaron una “lista negra” de diez profesores que habían sido juzgados por un tribunal estudiantil determinando que aquellos no eran aptos, ni estaban capacitados para estar al frente de sus cátedras. Sin embargo Díaz no dio importancia a la solicitud y fijó las fechas para los exámenes finales entre fines de marzo y comienzos de abril de 1920. El Comité de Huelga en un manifiesto publicado en “El Maestro” protestaba y sentenciaba tres exigencias: que el alumnado de las escuelas normales sea eximido con cuatro puntos por esa única vez; que se concedieran exámenes complementarios a los regulares; y fundamentalmente, la reorganización amplia del personal docente de la Escuela Regional más la adopción de métodos modernos de enseñanza. La llegada de Celso Latorre, un nuevo inspector para reemplazar a Díaz, dividió las opiniones. Unos pensaban que iba a resolver los conflictos exitosamente, y otros ya lo culpaban por lo que podría ocurrir. Las publicaciones de profesores en contra de la huelga y los reclamos del alumnado se hacían manifestar. Y es que aquella protesta en particular, estaba dirigida a parte del personal docente y sus excesos, separando a docentes entre los que apoyaban y la mayoría que se abstenía. El apoyo al movimiento estudiantil generó muchas discusiones, polémicas públicas, y actos que fueron considerados como afrentas para la sociedad muy conservadora de ese entonces. Federico Argerich y Saturnino Gutiérrez publicaron una declaración sobre la Regional, en donde señalaban a Electo Brizuela como el autor de la huelga. Esto no hizo esperar la réplica de los alumnos que una vez más, mediante “El Maestro” afirmaban que el vicedirector era la única persona capaz de brindar una salida a la situación que se vivía. Persuadidos por Electo Brizuela, los alumnos levantaron la huelga, concurrieron los exámenes y las clases comenzaron aunque se mantuvieron los mismos profesores y métodos de enseñanza. Taire y sus compañeros seguían reuniéndose, mientras que “La Voz del Estudiante” llegaba a todas las escuelas de la ciudad. Un hecho singular se produjo en la Escuela Normal de Maestras. Las alumnas del 2º Año decidieron no ingresar ala clase de francés que estaba a cargo de la señorita Pilar Terán. El incidente fue resuelto por la vicedirectora de la institución, la señorita Julia Gómez, quien era partidaria de métodos disciplinarios rígidos. A fines de julio, las mismas alumnas evitan el dictado de las últimas horas de clases, y entran enhuelga disgustando a las autoridades de la institución. Hubo muestras de apoyo a las compañeras normalistas y la huelga que impulsaban, es así que en “La Voz del Estudiante” se publica el artículo “Nuestras compañeras” en su defensa. El artículo contenía calificativos peyorativos sobre la vicedirectora Julia Gómez. Además el Colegio Nacional, la Normal de San Isidro y la de Artes y Oficios adhirieron a la huelga de tres días en consonancia. El conflicto de agravaba, y el martes 3 de agosto de 1920 la Federación de Estudiantes decide levantar la huelga en todos los establecimientos educativos a excepción de la Normal de Maestras, foco del conflicto. Se nombró a Antonio Taire, Alberto Etkin y Santiago Ortega en comisión para definir acciones. Durante la siesta de ese día, después de haberse reunido en la Regional, Antonio Taire y su amigo Luis Gallo, regresaban a sus hogares. Fue justo en calle Tucumán entre Mate de Luna y Zurita, donde fueron abordados por un carruaje encapotado de donde descendió un hombre que reconociéndose como Dalindo Mercau Orozco, novio de la vicedirectora Gómez, pidió a Taire que se retracte de sus escritos acerca de la vicedirectora. Ante la negativa de Taire que manifestó no ser el autor, y no querer delatar al causante de ese polémico escrito, Orozco reacciona violentamente y decide disparar a Taire. Gallo salió corriendo a buscar por ayuda, poco después se apersonaron en el lugar el Jefe de Policía y el de Investigaciones, así como el propio Dr. Enrique Ocampo que ordenó el traslado de Taire al hospital donde fue operado en el intento de salvar su vida. Al día siguiente en la Plaza de la Estación circulaban boletines del Colegio Nacional y de la Escuela Normal Regional, condenando el atentado e invitando al pueblo a adherirse a la protesta. La Federación Estudiantil recibió telegramas de la Universidad de La Plata y de la Universidad de Tucumán condenando el brutal atentado contra Taire, su más destacado miembro. En 1920 Antonio Taire cursaba su 4º Año en la Escuela Regional de Maestros, tenía solo 18 años y a consecuencia del lamentable hechofallece a la hora 01:00 de la madrugada del 6 de agosto.