Presionado por el kirchnerismo duro, Alberto Fernández decidió ponerse al frente de la cruzada contra la Corte Suprema de Justicia y convocó a su equipo a la Quinta de Olivos, donde prepara un nuevo ataque contra los jueces que suspendieron las elecciones provinciales en San Juan y Tucumán.

Desde la Casa Rosada anticiparon que "todavía no está definido si es o no cadena nacional" y dejaron abierta la puerta para que el Presidente se pronuncie incluso a través de otro comunicado. 

El jefe de Estado había reaccionado con un fuerte ataque contra el Alto Tribunal apenas trascendió el fallo, en un comunicado firmado por Presidencia, en el que indicaron que se trata de "una clara intromisión en el proceso democrático".

Pero los K insistieron en pedirle que utilizara todas las herramientas que tiene el Ejecutivo. "Hoy más que nunca es imprescindible la cadena nacional", escribió la senadora bonaerense Teresa García, una referente kirchnerista.

Hasta última hora del martes, desde Presidencia rechazaban la posibilidad de que Fernández fuera a hablar por cadena nacional. "Está descartado", repetían ante las consultas. Sin embargo, Fernández convocó a su equipo a primera hora de este miércoles a la Quinta de Olivos para avanzar en un mensaje contra los cortesanos. "Estamos evaluando si es un mensaje grabado, si va por cadena nacional ó si sale otro comunicado", indicó a Clarín una alta fuente de Presidencia. 

Lo curioso es que este martes Fernández ya delineó un comunicado en el que cruzó muy duro a los jueces de la Corte y apoyó a los gobernadores Sergio Uñac y Juan Manzur "frente a este nuevo atropello" y anticipó que va "a acompañar a las provincias en sus reclamos democráticos".

"Es imperioso que la Corte Suprema de Justicia de la Nación deje de entrometerse en la institucionalidad de las provincias argentinas y deje a la gente votar", sostuvo en un texto. (Fuente Clarín)