Mientras el Gobierno sigue buscando la manera de instrumentar algunas de las reformas que quedaron en suspenso tras el traspié de la Ley Ómnibus, los máximos dirigentes de La Libertad Avanza (LLA) negocian con la cúpula del PRO un acuerdo que les permita sumar músculo parlamentario sin resignar más espacio en el Gabinete.
El fin de semana, Javier Milei mantuvo una reunión a solas con Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, quien fuera su compañero en la facultad. Durante el encuentro, que se extendió por más de dos horas, se habló -además de economía- del eventual acuerdo entre LLA y el PRO.
El Presidente le habría confesado a Valenzuela que su idea es alcanzar un pacto meramente legislativo: el libertario teme que incorporar figuras vinculadas a Mauricio Macri al Gabinete lo exponga a una relación como la de que vivió Alberto Fernández con Cristina Kirchner.
En este contexto, Macri volvió este lunes a Buenos Aires después de pasar casi dos meses en el country Cumelén de Villa La Angostura, y todos descuentan que habrá una reunión cara a cara con Milei para definir los términos del acuerdo antes de que el primer mandatario viaje a los Estados Unidos.
Milei apunta a engrosar del bloque del oficialismo en Diputados, que tiene 38 legisladores, y 37 el PRO, aunque no todos los integrantes de la bancada aliada estarían dispuestos a integrar un eventual bloque con los libertarios.
Al parecer, Macri busca garantías para avanzar en un posible acuerdo con el Gobierno que incluya una serie de diez puntos de base programática. El exmandatario además deja en claro su planteo de que dirigentes de su confianza ocupen cargos en el Gobierno. De las filas del PRO surgen nombres de candidatos que impulsarán para ministerios: el diputado, Diego Santilli, su par María Eugenia Vidal, el exministro de Transporte Guillermo Dietrich, y el extitular de Modernización Andrés Ibarra, entre otros. El Presidente no quiere condicionamientos de parte del fundador del PRO.
Más allá de los que arreglen Milei y Macri en la cumbre, lo cierto es que el pacto viene atravesando una zona de fuertes turbulencias: en primer lugar, por el rol de Patricia Bullrich, la ministra de Seguridad, que le viene disputando a Macri el liderazgo del PRO. En segundo lugar está la voluntad de Cristian Ritondo, presidente del bloque del PRO en Diputados, quien marca reparos por lo complicado que se muestra el oficialismo para negociar en el Congreso.
Y también están quienes advierten que el acuerdo evolucionaría en una fusión que, a la postre, terminaría en la “desaparición del PRO, como ocurrió con la UCEDE”.
