• Dólar
  • BNA $897 ~ $897
  • BLUE $1020 ~ $1020
  • TURISTA $1435.2 ~ $1435.2

14 C ° ST 13 °

Unión Radio 91.3 en vivo

Conmovedor: el gesto del más humilde que emocionó a los tucumanos

Mathias Matt cantaba como todos los miércoles en la peatonal a beneficio de un merendero para los chicos que menos tienen. La emoción lo abrumó hasta el llanto y el momento se viralizó en las redes sociales: "No todo está perdido". Mirá el video

Lo poco que tuvo, él lo dio
Lo poco que tuvo, él lo dio

07 Agosto de 2022 18.11

Cae la noche sobre la peatonal Mendoza frente al Mercado del Norte mientras Mathías Matt canta la canción de Alberto Plaza que dice: "Ahora, ahora dices que me amas / ahora que no queda nada / te mueres de amor por mi / Ahora, después que te lloraba ríos / después de lo que yo he sufrido / Ahora por fin, ahora sabrás lo que me hiciste vivir". Es la banda sonora del momento que se metió en el corazón del público antes del regreso a sus casas, es el momento que emocionó al cantante que hace de la solidaridad una bandera: "Se me hizo un nudo en la garganta".

Lo que pasó anoche tuvo como protagonista a un señor que caminaba a paso lento por la peatonal, un señor humilde, quizás en situación de calle, llevando sus cosas en un balde de pintura y que mientras sonaba la canción se acercó a leer el cartel rosa que acompañaba al dúo que Mathías Matt integra con su amigo David, más conocido como Django. Decía el cartel: "El merendero Emanuel de Alderetes nos necesita: dinero, agua mineral, alimentos no perecederos, leche en polvo". En ese momento, el señor se agacha y deja un billete arrugado para la causa y la emoción se apodera del momento: "¡Ídolo!", le grita Mathias con el pulgar arriba. "¡Genio!", exclama Pablo, amigo de los músicos y quien filmó el video. Django, por su parte, totalmente conmovido se acerca a darle un abrazo al señor y darle las gracias.

"La verdad es que se me ha hecho un nudo en la garganta: el señor era indigente, bien pobre, bien humilde. Nunca lo había visto en la peatonal. Nos separaban unos centímetros mientras yo estaba cantando. Pensé que iba a sacar una tarjetita fotocopiada que muchas veces usan para pedir, pero sacó un puñado de billetes y dejó lo que pudo. Estas cosas te dan ganas de llorar. La gente se emocionó mucho y como compartieron los amigos: 'Del que quizás menos se espera es el que más da'. Muchas veces pasa gente bien vestida, con bolsas, y cuando pasa delante nuestro se va tapando los oídos por nuestra música, ni siquiera leen el cartel", explica Mathias Matt, quien hace cinco años comenzó con sus shows musicales con propósitos meramente solidarios.

"Arranqué solo hace cinco años, haciendo un show a beneficio para el Día del Niño con un mes de anticipación. En la primera edición junté 624 juguetitos. No importaba el precio de los juguetes, pero hubo juguetes caros: una señora donó una muñeca de un metro y medio, otros pelotas de cuero. A esos regalos caros los rifé y compré más juguetitos para un merendero. A un chico no le podés dar un juguete de 10 pesos y a otro uno de 1000 pesos. No podés hacer esas diferencias con ellos", argumenta el cantante, quien continuó con recitales a beneficio para ocho merenderos de la provincia. Hasta que comenzaron los problemas.

"Con el paso del tiempo cada vez era menos la ayuda de la gente. Tenía tanta demanda de los merenderos que decidí salir a la peatonal. Mis amigos, mi mamá, mi hermana, me regalaban una bolsa de azúcar, de yerba, pero no alcanzaba. Mi bolsillo no daba más. Surgió la idea de hacer peatonal para juntar plata y comprar mercadería. Empecé a ir todos los miércoles, pero los municipales venían y nos corrían. Les explicaba que lo recaudado que no era para mí sino para los chicos. Yo tengo un show de mariachis que nos llaman de lunes a lunes a cualquier hora y también hago mi show de solista, vivo de eso, pero necesitaba seguir ayudando a los chicos. Ahora se sumó Django, quien también está muy comprometido. Él se emocionó mucho con el señor anoche", vuelve Mathias mientras comparte el video del momento y deja un mensaje a propósito del valor del billete que el señor dejó sobre la cartulina rosa.

"Sé que quizás 20 pesos hoy no es mucha plata para nadie, pero si 100 personas imitan al señor, nosotros podemos darle la merienda durante una semana a 60 niños. Se usa medio kilo de yerba y dos kilos de azúcar por merienda. En El Manantial ayudamos a un comedor de un señor, El Bomba. Para Pascuas hicimos una recolecta de huevitos: mi mamá tiene los moldes y nos pusimos a hacer los huevitos, compramos confites al por mayor, le pusimos dos o tres confites por huevito, le hacíamos un moñito presentable, y recolectamos 1000 huevitos. O en Mariño, un pueblito cerca de Burruyacú, damos de comer con la ayuda de todos: compraba tres kilos de carne molida a un amigo carnicero y me daba cuatro kilos, le compraba cinco kilos de pan a un amigo panadero y me donaba cinco kilos más. Los chicos venían con la vianda y así salían porciones con su pancito de fideo con salsa, arroz con salsa, polenta con salsa. Si nos juntamos así podemos ayudar a mucha gente", explica Mathias, en un contexto de crisis y el pedido de emergencia alimentaria se escucha cada día más en la Argentina.

Durante muchas noches de su tarea solidaria, Mathias volvió vencido a su casa de San Lorenzo 2900. Pero anoche llegó con el corazón lleno, compartiendo su relato ante las lágrimas de su madre: "Hubo muchas veces que los dueños de comercio se quejaban del ruido, pero me dejaban cantar. Muchas veces estuve cantando solo tres horas para juntar algo. Ahora trato de inculcarles el ejemplo a mis hijos, que sigan ayudando al que menos tiene cuando yo ya no esté. El domingo vamos festejarle el Día del Niño a los chicos. Vamos a llevar un mago, un mimo, y queremos hacer un chocolate. Anoche juntamos mil pesos y el sonido nos cobra cuatro mil. Quien nos pueda ayudar con juguetitos, leche, cacao, chocolate en polvo, bienvenido será", se despide el cantante, a quien pueden contratatar o encontrar todos los miércoles en la peatonal de Mendoza al 700, donde las personas pasan, escuchan música antes de volver a sus casa, y a veces se llevan una sorpresa, el gesto de un señor, y el momento que llena de emoción. (Fuente El Tucumano)