La Basílica de San Pedro fue escenario de un hecho lamentable que generó repudio internacional. A dos días de que se abrieran las puertas para que los fieles despidieran al Papa Francisco, varias personas rompieron el protocolo de respeto al tomarse selfies y grabar videos junto al ataúd del sumo pontífice. Las imágenes rápidamente se viralizaron en redes sociales, provocando una ola de críticas tanto en medios de comunicación como entre los usuarios digitales.
Las escenas, registradas por celulares, muestran a visitantes posando sonrientes frente al féretro del Papa, quien yacía con un rosario entre sus manos, vestido con túnica papal roja y mitra blanca. Algunas personas incluso realizaron videollamadas en pleno velorio, lo que desató la intervención de los guardias de seguridad del Vaticano, quienes debieron advertir sobre la prohibición expresa de registrar imágenes dentro del recinto sagrado.
Un homenaje empañado por la obsesión digital y el culto a la imagen
Las redes sociales, epicentro de la cultura contemporánea, fueron el canal por donde se difundieron los comportamientos inapropiados. Las fotos y videos capturados en la Basílica generaron reacciones contundentes por parte de periodistas internacionales y analistas culturales. Ellie Costello, reportera del medio británico GB News, señaló: "Es una muestra de la sociedad obsesionada con las redes sociales en la que vivimos". Por su parte, la periodista española Ana Rosa Quintana calificó la conducta de "horrorosa", mientras que Cristina Pardo (La Sexta) criticó la presencia de "más teléfonos que cabezas".
El incidente no solo refleja una falta de respeto hacia la figura del pontífice, sino también una desconexión social frente a los ritos tradicionales. La viralización de estos actos plantea interrogantes sobre los límites entre lo público, lo privado y lo sagrado en la era digital.
El Vaticano responde: medidas de seguridad para preservar la solemnidad
Ante la creciente cantidad de situaciones inapropiadas, el Vaticano intensificó la vigilancia en el interior de la Basílica. Las autoridades eclesiásticas reiteraron que las fotos solo están permitidas en las zonas externas y que se debe mantener el decoro dentro del templo. Aunque existen imágenes oficiales del ataúd, el uso de dispositivos móviles por parte de los fieles durante el homenaje fue fuertemente restringido.
El episodio pone en evidencia el desafío institucional de preservar el carácter sagrado de los espacios religiosos frente al avance imparable de las dinámicas digitales.
Detalles del funeral del Papa Francisco y los días de duelo oficial
Los restos del Papa Francisco permanecerán expuestos hasta el sábado 26 de abril a las 10:00 (hora local), momento en el que se celebrará su funeral en la Plaza de San Pedro. La liturgia exequial será presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, en un evento que se espera convoque a líderes religiosos, políticos y miles de fieles de todo el mundo.
Finalizada la ceremonia, comenzarán los "Novendiales", una serie de nueve días de misas y homenajes. El pontífice será sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, uno de los templos más emblemáticos de Roma, que alberga la imagen bizantina de la Virgen Salus Populi Romani, a la que Francisco veneraba con devoción.
Respeto y memoria en tiempos digitales
La polémica que envolvió el velorio del Papa Francisco pone de relieve los cambios culturales de una sociedad mediada por pantallas, likes y viralidad. Frente a ello, el llamado a la reflexión ética y al respeto por los rituales cobra mayor vigencia. En un momento de profunda significación religiosa y espiritual, la memoria de Francisco —líder austero y defensor de la dignidad humana— merece un cierre acorde a su legado.
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