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Un ejemplo

La historia del papá santiagueño y su hija que conmueven en "Los 8 escalones"

La niña de 14 años, y su papá se hicieron "famosos" por competir y ganar en el programa televisivo conducido por Guido Kaczka. Ambos se encuentran en Buenos Aires para recibir un tratamiento oncológico.

Mariano y Agustina, su hija
Mariano y Agustina, su hija

26 Abril de 2023 07.00

Durante toda la jornada de ayer, la historia de Mariano Cáceres y su hija Agustina recorrió todo Santiago del Estero y todo el país, por ello anoche todos estuvieron pendientes del programa de Canal 13 "Los 8 escalones", para ver cómo le iba en su segunda presentación, esta vez, por seis millones de pesos.

Y anunció que irá por más: hoy jugará por nueve millones de pesos. Por eso es que al final, cuando su respuesta sacó la ventaja y volvió a ganar, nuevamente hubo lágrimas, y mucha alegría especialmente en su pueblo de Beltrán.

No fue nada fácil su performance de anoche. Varias preguntas no las respondió correctamente, pero igual llegó al último escalón. Todo fue parejo hasta el final, por lo que el juego debió definirse en una última pregunta por aproximación, y todo volvió a ser alegría cuando su respuesta se acercó más a la consigna del jurado.

Agustina, que estuvo nuevamente en el estudio, subió al escenario a abrazar a su papá, no pudo contener las lágrimas, y se quedaron abrazados ante el aplauso de todo el estudio de TV.

En Beltrán, donde vive la familia también se escuchó el aplauso, y hasta se tiraron bombas. "Mariano, te lo tengo que preguntar", dijo el conductor Guido Kaczka, "¿volvés mañana?", y sin dudar un instante, y abrazado con su pequeña hija, respondió: "Si Guido".

La historia de Agus

Guerrera de la vida. Una leona que habita en el cuerpo de una niña. Un ejemplo de superación constante y digno de imitar. "Los 8 escalones", el programa que conduce Guido Kaczka, dejó al descubierto una historia de vida conmovedora, llena de altibajos, pero cargada de esperanza, fe y escoltada por el amor de todo un pueblo.

Agustina Cáceres es la protagonista de esta historia. Es oriunda de la ciudad de Beltrán, pero se encuentra cursando un tratamiento oncológico en el Hospital Garraham. Ella y su papá Mariano decidieron ir casi de incógnito a participar del programa que se emite por el canal Trece, y después de haber grabado, y ganado, recién avisaron a su familia la gran noticia. Información que vino a traer alivio en medio de tantas incertidumbres.

"Agus", como la conocen todos, convive con un cáncer desde el 2018, cuando apenas tenía 10 años. Le diagnosticaron Rabdomiosarcoma ocular, un tumor sólido que ataca a los músculos, y por la agresividad de cuadro, en 2021 se requirió un vaciamiento total de la zona, lo cual garantizaría el fin de su enfermedad. Sin embargo, a veces las cosas no salen como se planean. Este año, cuando volvió a un nuevo control de rutina, el destino le tenía preparada otra batalla: un nuevo tumor, que se encuentra instalado en la base craneal, y que por la zona y su estado, no puede ser operado.

mariano y su familia

Pero, como para Agus no hay imposibles, casi sin permitirse decaer, aceptó el desafío y hoy con la fortaleza que la caracteriza y que por momentos deja mudos a todos, se montó a esta nueva lucha, con más esperanzas que nunca. Hoy, ya instalada nuevamente en Buenos Aires, realiza su tratamiento en el Hospital Garraham.

Noelia Salvatierra, su mamá, se animó a contar algunos detalles del día a día de la familia, la batalla constante, el apoyo de un pueblo entero, y la fe movilizante con la que convive la pequeña.

"Todo empezó en el 2018 cuando ella tenía 10 añitos. Estaba en tratamiento, se curaba, pero le volvió varias veces, hasta que en el 2021 le hicieron un vaciamiento ocular. Pero este año, cuando fue a un control de imagen le detectaron un tumor en la base craneal, que no se puede operar porque está envuelto en el sistema nervioso, lo que por momentos impacta en su motricidad. Ella está con radioterapia y un tratamiento molecular, al que se somete todos los días. Por eso es que necesita permanecer en Buenos Aires", cuenta Noelia, para explicar más adelante que con Mariano, su esposo, se turnan para acompañarla. Hoy, ella se encuentra en Beltrán, porque su hijo menor empezó el Nivel Primario y debe acompañarlo. En tanto que Mariano consiguió una licencia en su trabajo.

"Es muy difícil muchas veces, porque nos extrañamos muchísimo. Nosotros tratamos de hacer más llevadero todo mediante videollamadas por las noches. Nos reímos, lloramos, los niños (como todos los chicos) se pelean por teléfono. A veces los celulares se quedan sin batería y agarramos otro. Y así vamos. Es un estilo de vida que adquirimos desde el 2018", explica.

"En todo este tiempo experimentamos todos los sentimientos. Hay día en los que decaemos, pero Agus es tan madura, nos enseña tanto, que no puedo dejar de estar orgullosa de ella. Nos dice cosas que nos deja sorprendidos siempre. Más allá de su diagnóstico, ella nunca pierde la fe, nunca se enoja, como quizás un grande se enojaría con la vida por todo lo que ellos tienen que pasar.

Ella me dice 'mami, de esta vamos a volver a salir. Quedate tranquila, porque yo no me voy a rendir. Vos acompañame'. Son cosas que no me permiten caer", afirma la mamá de la pequeña, al borde de las lágrimas.

Sus estudios

Cuando se inició toda la lucha, Agustina cursaba el 4º grado en el Colegio Ciudad de Beltrán, en donde actualmente continúa, pero mediante clases virtuales. 

"Es una excelente alumna. Hoy ya está en 2º año y le encanta estudiar. Claro que a veces se cansa, le duele su cabecita, y no tiene ánimos, pero al otro día retoma todo y cumple. Es muy responsable y los docentes son muy compasivos y la ayudan muchísimo", admite Noelia. También contó que hubo un año en que estudió en la Escuela del Garrahan, pero felizmente terminó 7º grado con sus compañeros de toda la vida.

"Una de cal y otra de arena", dice el dicho. Quizás por eso, en estos días, la vida quiso llevar alivio a tanta lucha. Seguramente el dinero ganado en el programa televisivo servirá para hacerle frente a los gastos de "mantener dos familias", como dice Noelia. Mientras, los de afuera, los del pueblo se quedarán por mucho tiempo con la imagen de ese interminable abrazo entre Agus y su papá, que representa de alguna manera, el amor que despierta en todos lo que la conocen y anhelan su pronta recuperación.

La ayuda de un pueblo en la batalla diaria

El único sostén de la familia es Mariano, quien trabaja en una empresa de seguridad privada. Noelia es docente, pero no ejerce porque no encuentra trabajo. Por ello, la comunidad de Beltrán, en un abrazo simbólico permanente a la familia, siempre realiza beneficios para ayudar a solventar gastos.

"Vamos a estar agradecidos siempre con la gente, que tanto hace por Agus. Esto nos da fuerzas para no bajar los brazos. Tenemos obra social, pero hay muchas cosas que debemos pagar, como por ejemplo, la comida. Agus tiene una alimentación especial. Para estar en Buenos Aires necesitamos unos 4 mil pesos al día", resalta, entre tímida y preocupada. (Fuente El Liberal)