En la noche del domingo, rindieron homenaje a la Virgen del Valle los niños y las mamás embarazadas junto con miembros de la Pastoral de la Niñez, durante la misa presidida por el obispo Luis Urbanc en el Paseo de la Fe. La Eucaristía fue concelebrada por el rector de la Catedral Basílica y Santuario Mariano, Gustavo Flores; el asesor de la Pastoral de la Niñez, Santiago Granillo; y el asesor de la Pastoral Juvenil, Eugenio Pachado, y transmitida por las redes sociales en lengua de señas.
Una gran cantidad de niños, junto con sus padres, docentes, catequistas y amigos se dio cita en el Paseo de la Fe para compartir una celebración llena de signos, símbolos y muchos colores.
La liturgia de la palabra dio inicio con la entrada de una biblia gigante, y las lecturas fueron proclamadas por niños.
Luego de dar la bienvenida a los pequeños que rendían homenaje a la Madre del Valle, Urbanc saludó a los integrantes de la Pastoral de la Niñez, “que también se ocupa de animar la pastoral de la ancianidad, los dos cauces que contienen el devenir de la vida humana en el peregrinar terreno”, dijo.
“La temática propuesta para esta jornada ha sido pensar, reflexionar, sentir y actuar como Iglesia sinodal, una Iglesia de hermanos que caminan juntos al encuentro de los que aún se encuentran dispersos y abandonados”, continuó señalando.
Seguidamente manifestó: “En la Palabra de Dios que acabamos de escuchar se nos ha descripto la vida como un camino, similar a los que tenemos en toda Catamarca: de montañas, valles, hondonadas, sinuosos, escabrosos, subidas, bajadas, etc. Caminos que te animan y otros que te desaniman. Unos de aventura y otros que te adormecen”.
Ofrendas y pañuelos
En el momento del ofertorio, acercaron al altar unos panes, pescado y un cáliz gigante, que quedaron en el escenario. Llevaron también la ofrenda material de juguetes y alimentos destinados a niños de sectores más vulnerables, portados por niños del interior de la provincia, acompañados por los integrantes de los servicios de Encuentro de Mujeres Embarazadas (EME), abuelitos y Armada Blanca, pertenecientes a la Pastoral de la Niñez.
Luego de la Comunión, Santiago Granillo explicó a los presentes el signo realizado para homenajear a la Virgen con pañuelos de colores. celestes y blancos por su manto, marrones por el hábito del Beato Mamerto Esquiú y violetas representando a San José. Los pañuelos que llevaron los niños tenían impresas las huellas de cada uno, mostrando que forman parte del pueblo de Dios que camina en sinodalidad. Para finalizar, el obispo bendijo los pañuelos, a los niños y a todos los presentes.