El fallo de Marcel Alejandra Menta, jueza de Familia de Córdoba, remarca “el desapego del progenitor a sus obligaciones de fuente legal alimentaria y su falta de interés por el bienestar de su hijo”. Y establece una pena para el demandado: no podrá ir a la cancha a ver a Belgrano, club del cual es hincha.
El caso comenzó en 2019 a partir de la denuncia de la madre de un chico de 7 años. En la actualidad, el padre tiene una deuda de $365.286,80. La magistrada además le prohibió al hombre salir de la provincia y ordenó su inclusión en el Registro de Deudores Alimentarios Morosos.
Un padre deudor no podrá ir a la cancha: “Estas medidas buscan corregir al incumplidor”
“Dichas medidas tienen por objeto corregir al alimentante incumplidor para garantía del deber de asistencia económica y subsistencia material del beneficiario afectado”, señala la resolución firmada por Menta, titular del Juzgado de Familia de Sexta Nominación.
El documento apunta que la cuota alimentaria demandada constituye “un derecho humano básico, por lo que corresponde buscar alternativas para garantizar su efectivo cumplimiento, siempre en un marco de razonabilidad, teniendo en miras que su fin es lograr revertir el incumplimiento del progenitor remiso”.
Por su lado, Alejandra Anglada Torres, abogada de la madre y del nene, explicó: “Ante el incumplimiento reiterado y sistemático por parte del alimentante es que nos vimos en la necesidad de solicitar a su señoría que aplique medidas sancionatorias”.
En diálogo con Radio Universidad, la representante legal aclaró que las medidas se mantendrán “hasta tanto el padre acredite encontrarse al día con las obligaciones alimentarias a su cargo”.
Un antecedente en Rosario: debía $470 mil de cuota alimentaria y le sacaron la licencia de conducir
El caso registra un antecedente reciente de características similares. En Rosario, en marzo último, la jueza de Familia Andrea Brunetti ordenó suspender el registro y los permisos de manejo a un hombre que no cumplió con la cuota alimentaria de su hija. La deuda ascendía a 468.366 pesos.
El deudor intentó justificar su falta diciendo que trabajaba como “remisero trucho”, y dijo que se dedica a vender “supremas de pollo”. Sin embargo, la Justicia pudo comprobar que en verdad era transportista de cereales en la empresa de su padre.
La magistrada supo además que el deudor poseía una tarjeta azul de autorización para circular y licencia de conducir de un furgón Renault Kangoo, un camión Mercedes Benz y un auto Ford KA.
En 2020, en Córdoba, una jueza ya le había suspendido la licencia de conducir a un hombre por considerar que la falta de pago en la cuota alimentaria constituía “un caso de violencia de género de tipo económica y patrimonial”.
