Como todos los años, del 1 al 7 de agosto se celebra, en más de 170 países, la Semana Mundial de la Lactancia, con el objetivo de fomentar la lactancia humana o natural y mejorar la salud de los bebés de todo el mundo. 
Se conmemora la Declaración de Innocenti, formulada por altos cargos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el UNICEF, en agosto de 1990, con el fin de proteger, promover y respaldar la lactancia de pecho. 
En este 2020, el lema es “Por un planeta saludable” porque la leche humana es un recurso natural, seguro y renovable, por lo que es inocua para el medio ambiente. 
En Argentina, la Dirección de Salud Perinatal y Niñez, del Ministerio de Salud de la Nación, realizó un informe que fue actualizado el 20 de julio, en el que se esgrimen todas las recomendaciones para el cuidado y atención de embarazadas como para recién nacidos, en contexto de pandemia. 
Las ventajas de la lactancia natural superan ampliamente a los posibles riesgos de transmisión o enfermedades asociadas al Covid. Además, los riesgos asociados al uso de fórmulas para lactantes aumentan cuando se ven comprometidas las condiciones de vida en el hogar o la comunidad, cuando existe acceso reducido a los servicios sanitarios o el acceso a las fórmulas para lactantes es difícil.