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Es argentino, fanático de River y protagonizó un particular casamiento en Israel

Dan Liberson tiene 33 años y el último martes contrajo matrimonio, un evento corriente que en su caso no lo fue. Lo ocurrido traspasó las fronteras y se transformó en un mensaje esperanzador para el mundo.

20 Junio de 2021 08.53

Entre 200 y 250 personas saltando, cantando, abrazándose, bailando en un salón cerrado. Todos a pura sonrisa, sin distanciamiento social obligatorio, sin alcohol en gel, sin barbijos y hasta la hora en que decidieron irse, sin disposiciones más que la propia. Así fue el casamiento del argentino Dan Liberson en Tel Aviv, Israel, el primero pos pandemia en el que el añorado deseo por aquello que permitía la vida sin pandemia fue posible.

El de este guía turístico, fanático de River como el que más (y un poco más también), fue un evento histórico que no se explica por el azar sino a través de políticas de gobierno claras y terminantes, un sistema de salud mitad privado y mitad público cien por cien efectivo, una sociedad que se concientizó después de un tropezón que los dejó contra las cuerdas y de una campaña de vacunación sostenida, disciplinada y en tiempo récord.

La historia del primer casamiento post pandemia en Israel tuvo como protagonista a un argentino llamado Dan Liberson, quien en diálogo con TN Deportivo habló del qué y el cómo de ese evento que bien puede ser un faro para el mundo.

El argentino Dan Liberson protagonizó el primer casamiento post pandemia en Israel.

El primer esposo pos pandemia... ¿Cómo lo hiciste?

-Jaja... los casamientos comenzaron hace un mes en Israel después del coronavirus y de todo este año sin eventos de este tipo. Permitían mini casamientos de hasta 20 o 50 personas, depende la época de mayor o menor libertad, pero desde que se abrió todo, el nuestro fue el primero.

Desde la Argentina, el resto de Sudamérica y buena parte del resto del mundo, lo de Israel parece una ilusión. ¿Cómo lo lograron?

-Todo fue posible por la campaña de vacunación. Comenzó en enero, a partir de marzo/abril se hizo efectiva y ya veíamos resultados y permitieron abrir de a poco. En mayo te podías casar pero solamente podía ir gente vacunada y el 5% podían, pero con test negativos de las últimas horas. Ese 5% estaba reservado para chicos, que no se vacunaban.

Pero tu caso, si bien fue fortuito, tiene la particularidad de haber sido el primero sin restricciones en el primer país que puede considerarse libre de Covid...

-Nosotros firmamos con el salón hace exactamente ocho semanas. Durante el proceso, desde que firmamos y hasta hoy, el ministerio de Salud dijo que se eliminaba la restricción del porcentaje del que hablé antes y habilitó a todos los que estuvieran vacunados y a aquellos que tuvieran un test negativo reciente, y hace dos semanas dijeron todos, o sea, ya no hay necesidad de chequearse e incluso un no vacunado puede asistir a un casamiento y ayer (por el 15 de noviembre, fecha en que se casó) fue el primer día que se eliminaron los barbijos en lugares cerrados: esa fue la evolución.

¿A qué le adjudicarías el éxito de las políticas de contención de la pandemia de Israel?

-Bueno, no todo es tan lineal. Se han tomado decisiones correctas y otras incorrectas. Por ejemplo: hicimos una cuarentena estricta desde el 12 de marzo de 2020 y más o menos en mayo los casos estaban bajando a un promedio diario de 150. Por entonces hubo una festividad que en el calendario cristiano es Pentecostés y el primer Ministro salió a decir en conferencia “festejen, disfruten, estamos bien”, y eso generó una segunda ola inmediata porque la gente se liberó totalmente.

¿Ese brote masivo los hizo concientizarse?

-Claro, porque esa segunda ola la pagamos caro: agosto, septiembre y octubre estuvimos encerrados de nuevo. Empezó en mayo la subida y esos tres meses estuvimos adentro, además que agosto acá son vacaciones de verano.

¿Qué fue lo que funcionó?

-Llo más efectivo, a mi entender, fue la decisión rotunda de firmar los acuerdos con Pfizer y vacunar a toda la población, o sea el orden de la campaña de vacunación fue lo que le permitió a Israel salir. Tenemos un sistema de salud ordenado desde el punto de vista de la llegada hacia la población y desde el punto de vista informático. Con tu número de documento saben todo: cuando te vacunás, la edad que tenés, las aseguradoras que son semi privadas y al mismo tiempo semi públicas tiene muy administrado y ordenados a sus pacientes, por lo que cuando empezaron a vacunar fueron muy prolijos: empezaron los mayores de 80, después fueron bajando de a poco y en dos meses vacunaron al 60/70% de la población y ahora sí, con los resultados, es mucho más fácil tomar decisiones.

Dan Liberson, fanático de River, protagonizó un histórico casamiento pos pandemia en Israel.

Y justo el día en que tenías programado tu casamiento, se anuncia que ya no hacen falta los tapabocas ni siquiera en lugares cerrados...

-Sí, increíble. Fue la novedad del país. La semana pasada fui al shopping a comprar algo para el evento y, como todo el último tiempo, al bajar del auto me puse el barbijo. Hoy voy al shopping y ya no tengo que usarlo, lo mismo en el supermercado, en el cine o cualquier otro lugar.

¿Cómo es la sensación de estar sin barbijo y de ver al resto del barbijo sin tapabocas?

-Es raro. Si bien fue progresivo, al mismo tiempo sigue resultando raro porque hasta hace no mucho era un elemento clave en nuestra vida e incluso determinante para poder llevar a cabo las cosas de la vida cotidiana, y es raro también porque en el resto del mundo no es así. Transmití mi casamiento por zoom y un grupo de amigos coincidía en escribir lo increíble que resultaba ver esa imagen, todos en una fiesta, en un lugar cerrado y sin máscara.

Naciste en la Argentina pero ya estás afincado en Israel. ¿Cómo fue ese proceso?

Sí, nací en Capital, viví toda la vida en Belgrano y Palermo, terminé de estudiar publicidad a los 25 años, tiempo en que me vine a vivir a Israel porque siempre tuve un vínculo muy fuerte y la decisión de venir la tomé cuando era chiquito. Siempre decía que cuando terminara de estudiar me iba a venir. Efectivamente fue así, terminé la carrera y me vine. Hoy tengo 33.

Descendiente de una familia judía de gran reconocimiento en la Argentina, quiere a esta tierra pero el amor por la tierra de su abuelo late con fuerza. No se trata, sin embargo, de algo tan determinante como las raíces. Israel, dice Dan, es una tierra de futuro:

“Es un país estable, a nivel económico acá el concepto de inflación no existe. Es un país fuerte, tenés oportunidades laborales pero a la vez y aunque es un país caro, si venís a vivir acá seguro vas a necesitar dinero pero seguro vas a triunfar y seguro te va a ir bien; requiere de mucho trabajo y esfuerzo pero el país te lo devuelve con una escuela gratuita de nivel internacional, con salud semi pública de un nivel muy alto y permanentes posibilidades progreso”, enumeró.

¿Y a nivel social?

-El sentido de pertenencia genera que los ciudadanos nos sentimos como parte de una gran familia, y puede ser positivo y negativo: positivo porque en cada conflicto de seguridad a nivel nacional todo el mundo abre sus puertas, te reciben, te ayudan, te preguntan cómo estás y demás. En contrapartida, la parte menos linda de toda esta historia es que todos se meten en tu vida, te dicen como tenés que criar a tus hijos porque se sienten parte de tu vida y que tienen la potestad de decirte, por ejemplo, que tu hijo está sin medias, que es un bebé y que tenés que ponerle medias porque hay viento y hace frío.

Me contaste de vos, de tu profesión de guía turístico, gracias a la que conociste a tu flamante esposa. Me contaste que dos de tus tres hermanos también llegaron a Israel y montaron su proyecto de vida propio. No me contaste aún nada de River. Apelo a la memoria y es difícil encontrar a alguien tan fanático...

-(Se ríe) Yo soy fanático de River desde que nací. De las cosas que más extraño de la Argentina es ir a ver a River al Monumental, y para que entiendas. yo llegué a Israel y sabía que existía una filial de River y me hice socio antes de tener seguro médico. Llegué una mañana, me fui a dormir, al levantarme al otro día lo primero que hice fue buscar en Facebook Filial River Israel, hablé con el presidente, le dije quién era y me hice socio. Hoy soy parte de la Comisión Directiva y muchos de ellos son los que vinieron al casamiento, todos fanáticos de River .
 

¿Puedo decir que tu casamiento fue una histórica fiesta riverplatense?

-Bueno, puede ser, ¿eh? La mayoría de los homenajes tuvieron que ver con River, los chicos de la filial vinieron con la bandera oficial y bailamos con la bandera. En vez de comprar cotillón contratamos a un tipo que nos hizo globos y me hizo una galera con el escudo de River y el escudo aparte.