Un sujeto mayor de edad, de quien se preserva la identidad para resguardar la de la víctima de quien es familiar, fue condenado hoy por unanimidad por el tribunal de la Cámara Penal N°2. Los magistrados Silvio Martocia, Luis Guillamondegui y Rodrigo Morabito, lo declararon culpable del delito de “abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado por el vínculo y convivencia en forma continua y en grado de autor”, hecho por el que  había comenzado a ser juzgado el pasado lunes.

La pena impuesta fue de 12 años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo, tal como lo peticiono en su alegato el fiscal de la cámara Dr. Ezequiel Walther. Asimismo, se ordenó la inmediata detención del ahora condenado, quien había llegado al debate en libertad. Razón, por la que al concluir la audiencia, se solicitó la colaboración del personal de la División Investigaciones quienes trasladaron al sujeto a la dependencia policial y luego al servicio penitenciario de Miraflores, donde purgar la condena.

Cabe señalar que el sujeto llego en libertad, en razón de haberse cumplido los dos años de la prisión preventiva sin que fuera sometido a un proceso oral.

En la audiencia de ayer, antes de conocerse la sentencia, en el recinto se escuchó a los dos últimos testigos citados para el plenario.

Como el delito que se ventila es de índole sexual, el juicio fue realizado a puertas cerradas.

Voceros de la causa consultaos por LA UNIÓN señalaron que luego de escuchar a los dos últimos testigos, se abrió la ronda de los alegatos.

El fiscal Ezequiel Walther sostuvo la imputación “abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado por el vínculo y convivencia en forma continua y en grado de autor” y señalando que en el plenario había quedado acreditado el hecho y la autoría del imputado, pidió la pena de 12 años y seis meses de prisión. Como así también su inmediata detención ante el peligro de fuga en caso de ser declarado culpable por el tribunal.

Luego fue el turno del abogado defensor del ahora condenado, Dr. Luciano Rojas, quien compartió la pena peticionada por el fiscal, pero no así la solicitud de la inmediata detención, entendiendo que su asistido siempre estuvo a derecho.

Seguidamente el tribunal le otorgó la palabra al sujeto, quien al igual que en el inicio del juicio, optó por el silencio. Pasado el mediodía, el tribunal volvió a constituirse en la sala y dio a conocer el veredicto, recayendo por unanimidad la condena de 12 años y seis meses de prisión para el acusado de abusar de una niña menor de edad, con quien tiene un lazo sanguíneo.