El juicio oral por la muerte de la niña Melani Carrazana de siete años, por supuesta mala praxis médica, entró este martes en su recta final con la declaración de la última testigo. Luego el debate avanzará con los alegatos y el posterior dictado de la sentencia, lo que sucederá la semana que viene, según adelantaron a La Unión.
Tal como fue anunciado, quien prestó declaración durante esta jornada fue la Dra. Silvia Arias, profesional que fue convocada por la defensa de uno de los acusados, en particular por el Dr. Vázquez. Los dichos de la médica generaron polémica y el malestar de los padres de la menor, por cuanto, según el parecer de esta, la ingesta del té de ruda podría haber modificado el sistema inmune de la niña y por tanto, ser el detonante de su deceso.
Al respecto, Walter Carrazana, padre de Melani, en diálogo con La Unión se mostró consternado por estos dichos y acusó que los testimonios están todos orientados a mostrarlos a ellos como responsables del final de la niña. “Sabíamos que iban a tratar de ocultar todo, porque las preguntas y respuestas de los médicos que presentaron ellos, están armadas. Eso se notó. Es malísimo eso, porque hablando mal y pronto, nos juega en contra”, comentó.
Sobre el testimonio de la Dra. Arias y la referencia al uso de té de ruda, Walter dijo con sorna: “aprovecho para alertar que los 1° de agosto no se debe tomar té de ruda, porque puede derivar en una intoxicación que lleve a la muerte”. Añadió: “Nos quieren hacer pasar por responsables por haberle dado este té. La médica habló de la concentración del yuyo y nosotros solo le dimos dos cucharaditas”.
Luego agregó sobre la profesional que había referido trabajar durante muchos años en el interior provincial acotando que esto fue en 1986, que “ella confunde muchos las cosas, lo mismo que hicieron los peritos que vinieron de Córdoba, quienes además se contradijeron. Por eso decimos que a la legua se nota que está todo arreglado, porque hacen preguntar adecuadas para perjudicarnos a nosotros”.
Según Carrazana, esto apunta a dejar de lado los testimonios sobre la mala atención y la demora en realizar los análisis para poder haber detectado lo que le estaba pasando a la menor. “Esto no se trata de que nosotros nos descuidamos sino de la irresponsabilidad de ellos de no haber actuado como correspondía”, sentenció.
