A medida que pasan los días, crece el misterio y la angustia de la familia de Ricardo Gómez, un pescador de 36 años que está desaparecido desde el 11 de mayo.
A más de un mes de que se le perdiera el rastro, los familiares denuncian que nadie lo busca. Al día siguiente de su desaparición encontraron su lancha sobre la orilla del río Paraná, en la localidad entrerriana de La Paz, donde trabajaba como pescador.
El misterio de las ocho horas
El día en el que desapareció, Gómez estuvo en la casa del cuñado compartiendo un momento con la familia y luego se retiró a su trabajo. Vestía un buzo rojo sin capucha, con un círculo blanco en el medio, una boina gris, bombacha de campo beige y botas de goma largas de color negro.
“Gómez repitió esa noche la misma rutina de siempre y algo pasó en un margen de aproximadamente ocho horas que nadie sabe ni puede entender. Es un hombre muy sencillo, con una rutina de trabajo, la familia y no mucho más que eso”, dijo al diario Uno el jefe Departamental de la Policía de La Paz, Carlos Echaniz.
Como no volvió a su casa, la familia lo llamó al celular varias veces, aunque no obtuvo respuesta. En un comienzo, los llamados quedaban en el tono de espera, pero después el teléfono aparecía como apagado.
“Se lo está buscando a partir del pedido de localización de la familia. Él desarrolla tareas laborales en la isla. El bote aparece suelto sobre la costa, la correntada lo llevó a la orilla y hubo gente que lo subió para que no se lo lleve el agua. Les avisaron a la familia y lo empezaron a buscar. No lo han localizado en los lugares que frecuenta, que es la isla y la casa de los familiares. Entonces solicitaron la localización”, informó el comisario al mismo medio.
Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que podría haberse caído al agua. Pero la madre del hombre la descartó: “Los buzos tácticos dijeron que pasados los 15 días, un cuerpo ahogado flota y tiene que aparecer en la superficie. Ya hace un mes y dos días. Todos los pescadores y los puertos están avisados y no ha aparecido”, recalcó Dora Gómez.
Y agregó: “Mi hijo tiene 36 años y conoce el río como la palma de la mano. Desapareció a metros de su casa. No voy a bajar los brazos hasta saber qué pasó con él”.
