Multas por tomar mate mientras se maneja: qué provincias las aplican y cuánto pueden costar
Aunque la Ley Nacional de Tránsito no prohíbe expresamente tomar mate al conducir, varias jurisdicciones lo sancionan bajo figuras como "manejo inseguro" o "falta de dominio efectivo del vehículo". Los montos varían según la provincia y pueden considerarse faltas graves.

Tomar mate es, para muchos argentinos, un hábito inseparable del día a día y una compañía infaltable en los viajes largos por ruta. Sin embargo, esta costumbre tan arraigada puede derivar en una infracción de tránsito en distintas provincias del país, donde las autoridades han comenzado a sancionar la práctica cuando se considera que compromete la seguridad vial.

Si bien la Ley Nacional de Tránsito no menciona de manera explícita la prohibición de consumir mate mientras se conduce, sí establece un criterio fundamental: el conductor debe mantener en todo momento el "dominio efectivo del vehículo". Esto implica contar con ambas manos disponibles para maniobrar, algo que —según los organismos de control— podría verse afectado al manipular un mate, una bombilla o un termo durante la conducción. Este marco legal permite a las provincias y municipios tipificar la conducta bajo categorías como "manejo inseguro", "conducción negligente" o "falta de control del vehículo".

En los últimos años, distintas jurisdicciones reforzaron los controles y comenzaron a aplicar multas específicas, especialmente en rutas turísticas y corredores donde se registran mayores índices de siniestros viales vinculados a distracciones al volante. Aunque los criterios varían según cada provincia, la mayoría incluye esta práctica dentro de las faltas graves.

En Río Negro, por ejemplo, la legislación provincial contempla sanciones por cualquier acción que limite el control pleno del vehículo. Esto incluye tomar mate, comer, fumar o utilizar dispositivos móviles. Las multas por "conducción descuidada" pueden ascender a valores significativos, ajustados de manera periódica según la Unidad Fija (UF) vigente. En Neuquén, una normativa similar también ubica la manipulación del mate dentro de la categoría de "conducción temeraria", lo que habilita a los agentes a labrar actas cuando consideran que el conductor no tiene ambas manos en el volante o desvía la atención del camino.

Por su parte, Córdoba clasifica este tipo de acciones bajo la figura de "falta de dominio", una infracción que puede derivar en multas elevadas, especialmente en rutas provinciales y autopistas. La provincia mantiene un esquema de sanciones que se actualiza regularmente, y en muchos casos las penalidades incluyen no solo el pago económico, sino también la quita de puntos en el sistema de scoring nacional.

En provincias como Mendoza y San Luis, las autoridades de seguridad vial adoptan criterios aún más estrictos respecto de las acciones que puedan implicar distracciones. Tomar mate mientras se maneja puede ser motivo suficiente para una multa si el agente considera que interfiere con la capacidad de sostener adecuadamente el volante. Las sanciones suelen equipararse a otros comportamientos riesgosos, como manipular el celular o consultar dispositivos electrónicos.

En cambio, en otras jurisdicciones la aplicación de este tipo de multas es menos frecuente, aunque pueden aparecer en controles específicos, especialmente en rutas nacionales durante operativos por fines de semana largos o temporadas turísticas. En todos los casos, el criterio predominante es que cualquier conducta que comprometa el dominio del vehículo constituye una infracción, incluso si no está detallada explícitamente en la ley.

Los montos, por supuesto, varían según la provincia: pueden ir desde valores moderados hasta cifras que superan ampliamente los ingresos básicos dependiendo de la gravedad de la falta y del tipo de vía en que se cometa. Para los organismos de seguridad vial, el mensaje es claro: toda acción que implique soltar el volante o distraer la atención puede ser riesgosa, incluso si se trata de una costumbre tan cotidiana como tomar mate.

En este contexto, las autoridades recomiendan que, durante los viajes, el mate sea responsabilidad de quien va como acompañante o que se detenga el vehículo en un lugar seguro para disfrutarlo sin poner en riesgo la circulación. La consigna apunta a conciliar una tradición cultural profundamente arraigada con la necesidad de reducir siniestros viales y mejorar la seguridad en las rutas argentinas.