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Cámara Penal N° 2

Reyerta del Virgen Niña: el Tribunal condenó a doce y a dos años y medio a los hombres y absolvió a la mujer

Las condenas fueron de doce años para Mauricio Olivera, dos años y medio para Hernán Chanampa y la absolución por el beneficio de la duda a Gabriela Argañaraz. El 13 de julio se conocerán los fundamentos.

26 Junio de 2020 00.30

Ayer, finalizó con el dictado del veredicto de sentencia, el juicio oral y público donde se ventilaba la muerte del adolescente Américo Garribia (17) y las lesiones graves que sufriera Nicolás Garribia (19) -quien murió dos semanas después, por una leucemia- e Ignacio Lujan (20) en el hecho conocido mediáticamente como la “reyerta del Virgen Niña”.  En todos los casos, las víctimas fueron apuñaladas por, al menos, por uno de los tres imputados. Mauricio Olivera -según quedó determinado en el plenario- a quien los jueces del tribunal, Dres. Luis Guillamondegui, Rodrigo Morabito y Fabricio Gershani Quesada, lo declararon culpable de los delitos de lesiones graves (primer hecho), lesiones leves por exceso de legítima defensa (segundo hecho), homicidio en grado de tentativa por exceso de legítima defensa y homicidio simple, también con exceso de la legítima defensa,  todo en concurso real en calidad de autor, imponiéndole una pena de cumplimiento efectivo de doce años de prisión.  
A Hernán Chanampa, en tanto, le impusieron una pena de dos años y seis meses de prisión, pero de cumplimiento en suspenso, al ser declarado culpable como partícipe necesario en el delito de lesiones graves y absolverlo por el delito de lesiones leves, por mediar legítima defensa. El mencionado, tras producirse el desgraciado hecho, en junio del año 2018, fue detenido y alojado en el penal de Miraflores, por algunos meses.  
Gabriela Argañaraz fue la última en escuchar su veredicto. Por unanimidad, al igual que las penas anteriores, los jueces resolvieron absolverla por legítima defensa y el beneficio de la duda de los delitos de lesiones leves y graves, por las que enfrentó el debate. 
Luego de escucharse el fallo en el recinto, donde estaban presentes familiares de los imputados Chanampa y Argañaraz, como de los hermanos Garribia y Luján, quien se constituyó como querellante, hubo distintas reacciones. Algunas fueron de alegría y felicidad y otras, de descontento. 
 


La última palabra 
Tal como estaba previsto, la última audiencia inició minutos después de las 10.00 de la mañana. Gabriela Argañaraz fue la primera en pararse ante el estrado. “Confío en el criterio de los jueces para que se haga justicia. Siento mucho lo que pasó, me destruyó la vida, mis sueños. Solo quiero que se termine de una vez. Fue tan injusto lo que hizo Luján, lo que hizo el hermano de Garribia usándome a mí para perjudicar a mi pareja (Olivera). Pido que se haga justicia. Nos destruyeron la vida a todos nosotros y a ellos también”, expresó.  
Luego, fue el turno de Hernán Chanampa, quien manifestó: “Lamento lo que le pasó a la familia Garribia. El único culpable es Luján. Soy inocente, yo no hice nada. Como dijo ella -por Argañaraz-, quiero que se haga justicia”. 
Finalmente, a través del sistema de videoconferencia, los jueces del tribunal y las partes escucharon desde el penal de Miraflores la última palabra de Mauricio Olivera, quien pidió, igual que los otros dos imputados, perdón a la familia de las víctimas. “Yo nunca tuve intención de hacerle daño. A mí no me quedó otra opción que defenderme. Le pido a los jueces que tengan consideración”; al mismo tiempo, que reconoció: “Yo sé que lo que hice esta mal, pero sentí mucho miedo”. Vuelvo a pedir perdón a la familia y a la sociedad, a quien le pido que piensen qué hubieran hecho ellos si les hubiera pasado esto” dijo. 
Concluida la última palabra de los tres imputados, los magistrados se retiraron a deliberar el veredicto de sentencia. 

FOTO: César Gómez.

Sentencia 
A las 12.00 del mediodía, la audiencia se reanudó y, esta vez, para dar a conocer la sentencia. Fue así que a través de la secretaria de la Cámara, se leyó el fallo. Por unanimidad, se informó, los jueces Guillamondegui, Morabito y Gershani Quesada resolvieron: 1) declarar culpable de los delitos de lesiones graves (I hecho), lesiones leves por exceso de legitima defensa (II hecho), homicidio en grado de tentativa por exceso de legítima defensa y homicidio simple también con exceso de la legítima defensa,  todo en concurso real, en calidad de autor, a Mauricio Olivera, condenándolo a la purgar la pena de doce años de prisión de cumplimiento efectivo; 2) declarar a Hernán Chanampa como partícipe necesario en el delito de lesiones graves y absolverlo por el delito de lesiones leves por mediar legítima defensa, imponiéndole la pena de dos años y seis meses de prisión de cumplimiento en suspenso; y 3) absolver por legítima defensa y el beneficio de la duda a Gabriela Argañaraz, de los delitos de lesiones leves y graves, por los que enfrentó el debate. 
Cabe recordar, que en los alegatos del martes pasado, el fiscal Gustavo Bergesio había solicitado la pena de trece años para Olivera, tres años para Chanampa y dos años y seis meses para Argañaraz. En tanto, la querella había solicitado ocho años para Chanampa, coincidiendo con la Fiscalía lo peticionado para Olivera y Argañaraz. En cuanto a las defensas, el Dr. Barrientos, por el imputado Olivera, pidió su absolución lisa y llana; el Dr. Gandini, por el imputado Chanampa, también solicitó la absolución, al igual que el Dr. Roberto Mazzucco, en representación de Argañaraz.   

Gabriela Argañaraz: “El sufrimiento más grande fue el de mi mamá” 

Así se expresó la joven, a quien ayer, la Justicia resolvió absoverla. Gabriela Argañaraz estuvo detenida hasta mediados del año 2019, en la Correccional de Mujeres, pero finalmente, llegó en libertad al juicio. 
“Se hizo justicia. El sufrimiento más grande en todo este tiempo fue el de mi mamá. Ella no tenía por qué pasar por esto, ni yo tampoco. Pero se hizo justicia” expresó la joven, antes de retirarse de la sala, donde estuvo acompañada durante todas las audiencias del debate por su madre, quien no pudo contener las lágrimas y quebró en llanto, abrazando a su hija y también a su abogado defensor, Roberto Mazzucco, a quien agredeció por devolverle a su hija la libertad. 

FOTO: César Gómez.
FOTO: César Gómez.
FOTO: César Gómez.
FOTO: César Gómez.
Foto: Cesar Gómez.
FOTO: César Gómez.
FOTO: César Gómez.
FOTO: César Gómez.