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Ley Ómnibus: el oficialismo abre una mesa de negociación con la oposición "dialoguista"

Mientras el megaproyecto se discute en comisiones de Diputados, se suceden reuniones clave en la Cámara Baja y en el despacho de Martín Menem. Los bloques PRO, UCR y Hacemos Coalición Federal exigen cambios. El Gobierno habla de sesionar el fin de semana, pero no tiene garantías.

16 Enero de 2024 10.25

Será una semana intensa en el Congreso. Las comisiones de Diputados en las que se debate la Ley Ómnibus seguirán recibiendo este martes a expositores y representantes de sectores “afectados” por el megaproyecto, pero la discusión de la que depende el futuro del paquete de reformas se da por estas horas fuera del plenario.

El Gobierno acelera: abrió una mesa de negociación, busca un dictamen antes del fin de semana y, de hecho, en La Libertad Avanza aseguran que quieren sesionar ese mismo fin de semana. Los bloques opositores más “dialoguistas” exigen modificaciones, muchos son escépticos ante los tiempos que plantea el apuro oficialista, y vuelve a crecer la  irritación con las críticas dl Presidente al Congreso.

Como cada vez que se analiza la posibilidad de que el oficialismo consiga aprobar la Ley Ómnibus, vale que recordar que La Libertad Avanza (LLA) tiene 38 diputados, necesita el acompañamiento de casi un centenar más para llegar a los 129 del quorum en la Cámara Baja, y que esos legisladores -con los 102 de Unión por la Patria en pie de guerra- deberán salir en su mayoría del PRO (37), la UCR (34) y Hacemos Coalición Federal (23), que ya manifestaron voluntad de acompañar, pero solo si el Ejecutivo acepta modificaciones.

Este lunes, durante aproximadamente ocho horas, los diputados escucharon a representantes de organizaciones empresariales, sindicales -incluida la CGT-, sociales, de defensa de los Derechos Humanos, de artistas, farmacéuticas, agropecuarias, entre otros sectores, y volverán a hacerlo este martes de 10 a 18. Mientras tanto, se sucedían reuniones clave fuera de la comisión.

Por el despacho del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, pasaron representantes de los principales bloques opositores: Rodrigo De Loredo y Karina Banfi de la UCR; Silvia Lospennato y Diego Santilli del PRO, y Miguel Pichetto y Juan Manuel López, de HCF. Estuvieron, además, funcionarios y equipos técnicos de la Jefatura de Gabinete y el secretario de Relaciones Parlamentarias, Omar de Marchi -vínculo entre el Ejecutivo y el Congreso.

Según fuentes opositoras y oficialistas que participaron de las reuniones, se hizo un repaso de los primeros 100 artículos de la ley -que incluye la emergencia, la amplísima delegación de facultades y la privatización de empresas públicas-, con los planteos y las objeciones opositoras. Distintos diputados lo interpretaron como la apertura de una mesa de trabajo. Este martes continuaría la discusión con el “capítulo fiscal” del megaproyecto.

“Somos optimistas, no ingenuos. Es complejo, pero buscamos el dictamen esta semana. Cuando tenés dos meses para discutir, discutís dos meses. Cuando se cierra el plazo y se acerca la fecha, se ordena más rápido. Nosotros no tenemos los números, está claro que vamos a tener que hacer cambios. Ellos no quieren quedar pegados al kirchnerismo, eso también es claro”, señaló una alta fuente oficialista al tanto de las conversaciones.

Tercer día de tratamiento de la Ley Ómnibus en comisiones de Diputados (Foto: NA - Marcelo Capece).

Tercer día de tratamiento de la Ley Ómnibus en comisiones de Diputados (Foto: NA - Marcelo Capece).

Menem viene conversando bloque por bloque en particular desde hace semanas, pero en las bancadas opositoras se quejaban, por un lado, de que el presidente de la Cámara Baja no parecía tener aval del Ejecutivo para cerrar cambios al proyecto y, por el otro, de que la negociación fragmentada no sirve para llegar a un dictamen de consenso y que es necesaria una amplia mesa de negociación política.

Es por eso que, a la espera de señales más concretas de parte del Gobierno, los bloques de la oposición dialoguista -que en su mayoría solían formar parte de Juntos por el Cambio y tienen conversaciones aceitadas- comenzaron a articular entre sí.

De hecho, la UCR y HCF -que engloba a Cambio Federal (con figuras como Emilio Monzó), a la Coalición Cívica y Hacemos Nuestro País (el peronismo disidente de Juan Schiaretti y Florencio Randazzo, más el socialismo)- preparaban en las últimas horas un posible comunicado conjunto para plantear qué puntos del proyecto que acompañarán, cuáles piden mejorar y cuáles no apoyarán si no es con importantes modificaciones. Entre las dos bancadas se suman 57 diputados, un número más que relevante en un escenario parlamentario como el actual.

Algunos diputados de esos bloques -que tampoco son homogéneos y están atravesados por sus propias internas- advertían que, si finalmente no estaba la voluntad o la capacidad del oficialismo para garantizar los cambios, podría eventualmente existir un dictamen de la oposición no K, más allá del dictamen oficialista, y el de “rechazo” que ya se anticipa que firmará el kirchnerismo. Con la apertura de negociaciones más “concretas”, esa posibilidad parecía más lejana.

Considerando la complejidad de un proyecto de más de 650 artículos, con anexos y un mega DNU incluido, en el que cualquier modificación supone un esfuerzo técnico importante desde la redacción misma, no eran pocos los legisladores opositores que veían difícil que pueda alcanzarse un dictamen rápido esta semana.

Pero, por lo menos, las negociaciones están en marcha. “Este martes sería el último día de debate en comisión, con los expositores. A partir de ahí empezamos a trabajar directamente los dictámenes. La intención es articular esta mesa entre los bloques, los equipos técnicos y funcionarios del Ejecutivo, que también negocia con los gobernadores”, aseguraba una fuente oficialista.

¿Sesionar un fin de semana?

“Si el miércoles o jueves tenemos dictamen, el sábado o el domingo tenemos sesión”, aseguraba un importante referente libertario. Tanto en la UCR, como en HCF e incluso en el PRO advertían que, si no es imposible, sería realmente muy difícil.

Para empezar, indicaban algunos, por la dificultad técnica que supone elaborar un dictamen de la magnitud de la Ley Ómnibus y que esté en manos de todos los diputados para discutirlo poco tiempo más tarde.

Pero también porque, con los números ajustados, no es un esfuerzo político menor garantizar la presencia de los 129 diputados necesarios para el quorum, menos cuando muchos de los legisladores viajan los fines de semana a sus provincias y, sobre todo si, pese a la voluntad de acompañar, no se trata de un proyecto que asuman como “propio” o de un Gobierno de su signo político.

Por otra parte, algunos diputados sospechaban, con algo de irritación, que existe un intento del oficialismo de utilizar políticamente un discurso que vaya en la línea de “hicimos trabajar a los diputados un domingo”. En las últimas horas, de hecho, volvió a crecer en la Cámara Baja el enojo incluso entre los bloques “dialoguistas” ante las nuevas críticas y acusaciones que lanzó Javier Milei contra los legisladores, con declaraciones que muchos interpretaron como “extorsivas”.

Hay dos antecedentes recientes de sesiones en fin de semana, recordaban en el parlamento. En marzo 2021. Diputados trató entre el sábado 27 y el domingo 28 un proyecto que elevaba el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, que impulsaba el entonces titular de la Cámara Baja, Sergio Massa. El otro caso fue el sábado 3 de septiembre del 2022, cuando la mayoría de los bloques repudiaron el intento de asesinato que había sufrido días antes la entonces vicepresidenta Cristina Kirchner. (Fuente TN)