Luego de la polémica y el bloqueo en el ingreso a la empresa minera ubicada en Antofagasta de la Sierra, la discusión laboral finalizó con un resultado amargo. A pesar que la patronal, por la intervención de la Dirección de Inspección Laboral y la Policía Minera, accedió a los puntos reclamados por los trabajadores, estos no lograron que sus compañeros despedidos fueran reincorporados.  “Lamentablemente es así, es el modus operandi que tiene la empresa y la UOCRA con sus trabajadores, si alguien protesta lo echan como escarmiento. El Estado y el gremio en realidad deberían defendernos y están defendiendo a la patronal”, declaró Carlos Moya, uno de los mineros desvinculado.

Tras el dictado de la conciliación obligatoria se dispuso el cese de las medidas de fuerza y el consecuente compromiso de la empresa a resolver los reclamos que habían generado el quite de colaboración y que luego derivó en el despido de los mineros. Entre esos reclamos figuran la entrega de la adecuada indumentaria para la zona y las temperaturas en las que laboran los empleados y la revisión de los salarios, por cuanto la denuncia indicaba que lo que se les estaba abonando no era lo acordado en el convenio. A esto se suma, y así consta en un acta manuscrita donde se detallan 11 reclamos, la solución en materia de baños, el pago de horas por enfermedad de quienes dieron Covid-19 y la recategorización del personal, entre otros.

El gremio

El despido de los trabajadores deja latente un conflicto con UOCRA, por cuanto los mismos mineros consideran que el secretario general de la entidad es quien intervino con deslealtad hacia sus representados. Recordemos que tanto los despedidos como los que llevaban adelante el bloqueo, cuestionaron a Víctor Brandán. “Creemos que fuimos despedidos porque somos justo los dos que enviamos un mensaje a Brandán con los reclamos y da la casualidad que quienes le pedimos que se venga a Antofagasta de la Sierra a ver la situación, ahora somos los despedidos”, había apuntado José Molina en la jornada de ayer.