Lo sucedido este martes en horas de la noche y que tan graves consecuencias dejó a su paso, ahora no solo genera trabajo en cuanto a la remoción de los árboles caídos, sino también polémica en cuánto al qué tipo de fenómeno climático que nos impactó. Sobre si fue o no un tornado, el debate se intensificó tras las declaraciones del Prof. Roberto Salinas, quien categóricamente indicó que se trató de tornado de categoría 2.
Ahora el Lic. Uriel Flores, responsable de la cátedra de Climatología de la UNCA ha realizado un pormenorizado informe, el que suma no solo información, sino que además profundiza el debate. La publicación que el docente compartió este viernes en sus redes sociales, vierte la posibilidad que lo sucedido el martes "de acuerdo a diferentes nombres que se utilizan internacionalmente, puede catalogarse, en tanto existan estudios y análisis concretos, en: a) Downburst (EEUU) tipo microburst o macroburst, b) reventón (España) o c) "microrráfagas húmeda" (América Latina)".
El docente añade razones para confirmar si fue un tornado escala Fujita F2 o si se trató de un “Downburst ó Reventón micro o macro asociado a frente de masa de aire. Para aclarar esto detalla seis puntos. El primero indica que ”las microrráfagas son una de las principales causas de daños por viento en tormentas severas. Los vientos dañinos en las tormentas eléctricas se dividen entre vientos en línea recta, que soplan en una dirección, y tornados, que giran rápidamente en un área mucho más pequeña. Según Mercereau (2022): “las tormentas eléctricas “downburst: micro ó macro” que producen vientos en línea recta, pueden provocar daños mayores y más extensos que un tornado. Esto puede ayudar para comprender la cantidad de más de 1800 reclamos por daños que tuvo Defensa Civil".
Luego consigna en el punto dos, haciendo referencia a las velocidades que “el viento en microrráfagas pueden alcanzar hasta 120 km por hora, o incluso más. Según Caracena(2016) “ equivale en cuanto a daños a un tornado EF-1”. Vientos de velocidades tan altas pueden causar daños importantes a viviendas y otras estructuras y derribar cientos de árboles”. Seguidamente en el tercer punto marca "la extensión de daños que puede generar un tornado es de hasta menos de 1 km por lo puntual que se manifiesta en su carácter de forma vertical ó columna a la cual se presenta, en tanto, un microburst ó microrráfaga se manifiesta de modo más areal de hasta 4 km de longitud, y un macroburst ó macrorráfaga es mayor a 4 km de extensión geográfica. Ante esto, de acuerdo a lo que publicó Defensa Civil, donde señaló que existieron daños importantes en barrios de la capital catamarqueña, que pueden ser superiores las distancias entre distintos sectores de la ciudad, en cuanto a este fenómeno de "microburst ó microrráfaga".
Luego indica, respecto a la evaporación, que sería el cuarto punto, que esta "es un proceso de enfriamiento que acompaña a las micro ó macroráfagas en su inicio con condiciones atmósfericas locales de topografía, por lo que la evaporación repentina de esa lluvia suspendida originó debido el avance del frente de masa de aire asociado al centro de presión “alta boliviana” en altura más hacia el sur por efecto de la Niña, con baja presión en superficie, muy activo en esta época estival. Las tormentas asociadas a Downburst o microrráfagas, tienen dos causas principales: (1) grandes diferencias en la presión atmosférica en una región y (2) fuertes vientos en chorro en lo alto. Las diferencias de presión horizontal pueden acelerar sustancialmente los vientos en la superficie a medida que el aire viaja de una región de mayor presión atmosférica a una de menor. Además, la mezcla turbulenta vertical de vientos en chorro ó Jets más fuertes en altura, puede producir fuertes ráfagas de viento a nivel del suelo, conformándose en una gran área de aire más frío y denso en la tormenta en altura por el intenso calor previo con temperaturas muy elevadas en horas anteriores al suceso . Este aire frío comenzó a hundirse hacia el suelo, transportándose a gran velocidad a medida que precipitaba hasta estrellarse contra la superficie, produciendo vientos que pudieron superar los 120 km/h en algunos casos. La cortina observada (fotografía 2) aparentemente en su última fase, se presenta casi sin rotación (no abona a la idea de tornado- imagen D) y si más hacia la forma de “ Downburst “.
En el quinto punto, apunta que “las investigaciones recientes han demostrado que a nivel mundial y principalmente en EEUU. “sólo un 20-30% de las tormentas supercelulares o superceldas producen tornados. Sin embargo, el mismo estudio encontró que esas tormentas casi siempre producen tiempo severo en la forma de granizo o vientos fuertes” (Nicolini, 2009)”. Y por último indica que se podría descartar la hipótesis de más de un tornado, “pero se debe observar más imágenes principalmente satelitales para determinar de fueron varias celdas o células las que dan origen a los supuestos tornados. En la imagen satelital una del Servicio Meteorológico Nacional puede verse a priori una sola”.
Flores luego, y antes de de confirmar totalmente si se trató o no de un tornado, aporta que “es importante esperar también la posibilidad de que existan mapeos cartográficos y fotografías aéreas de los daños para conocer la dirección, distancias y manifestaciones de la circulación que se dio del fenómeno”. Según el profesional, esto ayudaría a determinar si hubo rotación ó línea recta ó zigzagueo en la manifestación. "El patrón de daño es diferente al de un tornado, con la mayoría de los escombros corriendo en línea recta, de ahí el término "daño por viento en línea recta" al Downburst ó micro/macrorráfaga", acotó.
Y es así que aboga a que “desde los distintos organismos tanto en orden provincial como municipal, llevar a cabo distintas acciones que canalicen condiciones para disminuir el riesgo y la vulnerabilidad social ante hechos y episodios de grandes tormentas severas, como vienen ocurriendo en los últimos años, en un contexto de variabilidad alta, calentamiento global y cambio climático”.
