La jueza de menores María Dolores Aguirre Guarrochena condenó a 17 años de prisión efectiva a Lucas Ezequiel Ojeda, que en 2018 mató de 26 puñaladas a Juan Cruz Ibáñez mientras dormía. En un gesto poco usual, la magistrada le envió una carta al joven condenado y a la familia de la víctima. El hecho ocurrió en Rosario.

La jueza ordenó en el fallo que el homicida empiece a cursar la escuela primaria, al mismo tiempo que solicitó su integración a talleres de deconstrucción de masculinidades hegemónicas para que pueda visibilizar el mandato de violencia y superioridad física.

Además, hizo hincapié en la incorporación de talleres de expresión artística, fundamentalmente escritura y música. A la vez que solicitó que reciba asistencia psicológica y psiquiátrica.

Por otra parte, ordenó al Servicio Penitenciario eliminarlo de la categoría de “preso de alto perfil” que tenía hasta esta sentencia. El autor del crimen en ocasión de robo se encuentra detenido en la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero.

La carta de la jueza a la familia del joven asesinado

En el mensaje destinado a los familiares de la víctima, la magistrada enfatizó que lo que hizo el asesino es “totalmente reprochable” y añadió que tal vez la condena pueda parecerle “insuficiente” a la familia.

“Les puedo asegurar que esta pena es igual a toda la vida transcurrida por Ojeda hasta el momento de este penoso hecho. En estos términos, una pena de 17 años es una sanción dura”, continuó la jueza.

Al mismo tiempo, le agradeció a la familia de la víctima por “el respeto que dispensaron en las ocasiones en las que fueron al Juzgado”.

La carta de la jueza al asesino de Juan Carlos Ibáñez

“Por medio de esta sentencia te impongo una pena de 17 años de prisión por todos los hechos que cometiste siendo menor de edad, entre los que está el fallecimiento de Juan Cruz Ibáñez. Tal como charlamos en el último encuentro, vos mismo reconocés el dolor que provocaste y que no le deseás eso a ninguna persona”, comienza el mensaje que Aguirre Guarrochena le dejó a Ojeda.

Tras mencionarle de los “problemas de convivencia” que el condenado tiene en el penal (“es muy importante que no sigas repitiendo esas conductas”, lo aconseja), le resalta la importancia de incorporarse “a la escuela y a talleres grupales de expresión artística”.

“Aún recuerdo la poesía que me recitaste y que te gusta tocar la guitarra. El arte es una de las formas del amor. Pero no me refiero al amor de las películas románticas, sino al amor que debería existir entre los seres humanos. Por eso me parece tan importante que sigas escribiendo, aprendiendo música y haciendo actividades de ese tipo”, argumenta

Para cerrar, la jueza concluye: “Recordá que siempre va a estar la posibilidad de pedir perdón y de escribir una carta a los familiares de Juan Cruz. Acordate también que dijimos que quizás ellos no puedan leer la carta ya mismo (o quizás que no la lean nunca) y que también hay que respetar esa decisión. Pero a pesar de esto, el simple hecho de que vos puedas pedir perdón de corazón es un gran paso para restaurar y sanar”.

El asesinato de Juan Cruz Ibáñez

El crimen ocurrió el 29 de junio de 2018 en Zeballos al 2100, en la ciudad de Rosario. Juan Cruz Ibáñez, de 23 años, recibió 26 puñaladas. Lucas Ojeda, el autor del asesinato, tenía 17 años al momento de cometer el crimen.

Según pudieron reconstruir los investigadores, Ojeda trepó hasta el departamento de Ibáñez a través de una casa lindera. Al llegar al segundo piso, saltó al balcón e ingresó tras abrir un ventanal que no estaba trabado. Instantes después, cometió el crimen.

Posteriormente, Ojeda se bañó en el departamento, robó todos aquellos objetos de valor que encontró y huyó en taxi con varios bolsos hasta el lugar en donde vivía su hermana. El relato del taxista que lo trasladó hasta ese sitio fue determinante para que la policía fuera a esa zona y diera con el rastro del homicida.

Finalmente, Ojeda fue detenido el 3 de julio en un micro cuando intentaba fugarse a la provincia de Chaco.