La violencia no tiene freno en esta ciudad. Y aumenta el nivel de brutalidad de los ejecutores de venganzas callejeras. Está vez fue en Fisherton, una zona que en general está alejada de la conflictiva geografía narco. Pero el ataque mafioso tiene características propias de los ajustes de cuentas. Un joven de 26 años y su bebé de apenas ocho meses murieron, mientras que la madre del menor resultó gravemente herida y lucha por su vida en el hospital local.

Al menos cuatro sicarios dispararon contra las víctimas, que se encontraban dentro de un Audi A 4, estacionado en Colombia al 1300. Esos hombres se escaparon, de acuerdo con los primeros testimonios obtenidos en la zona, en una camioneta que apareció, poco después, incendiada no muy lejos de la escena del crimen.

El espiral ascendente de violencia tomó una mayor velocidad en las últimas semanas, con 24 asesinatos verificados en 23 días. En 2022 se notificaron 86 homicidios en esta ciudad y sus alrededores, donde se desarrolla hace varios años una guerra narco de baja intensidad.

Un caso de similares características al ocurrido esta noche se había registrado en enero pasado, cuando una joven pareja fue asesinada junto con su bebé al salir de una boda a la que asistieron los principales referentes de clanes narco. Una investigación internacional derivó, en los últimos días, en causas que llevan adelante juzgados federales de Salta y de Rosario junto a la Procunar, expedientes que cruzan ese triple homicidio con el acopio de cocaína en esta ciudad para su transporte a África, en una red narco que expuso por primera vez la relación de las bandas locales con la más temible organización criminal de Brasil, el Primer Comando Capital.

La ola de crímenes causa preocupación y generó reacciones políticas. “Hay que sitiar a Rosario con fuerzas federales”, fue el planteo que hizo el diputado nacional por Santa Fe Gabriel Chumpitaz (JxC) para enfrentar la lucha contra el crimen organizado, que –según el legislador- “gobierna las calles y los barrios de la ciudad”.