Estados Unidos ha reportado su primera muerte humana relacionada con la gripe aviar H5N1. El anuncio fue realizado este lunes por las autoridades sanitarias del estado de Luisiana, marcando un hito preocupante en el monitoreo de esta enfermedad en el país.
La víctima era un hombre mayor de 65 años con antecedentes de enfermedades crónicas, lo que lo hacía particularmente vulnerable. Fue hospitalizado debido a complicaciones respiratorias graves y, posteriormente, falleció. Este caso se convierte en el primero de infección humana severa por el virus H5N1 registrado en Estados Unidos.
Aunque el fallecimiento ha generado inquietud, las autoridades sanitarias han señalado que "el riesgo para la salud pública sigue siendo bajo".
De acuerdo con los funcionarios de salud, el hombre había estado en contacto directo con aves enfermas y muertas en un gallinero doméstico, lo que apunta a la exposición como la causa principal del contagio.
Un análisis genético del virus detectado en el paciente reveló mutaciones dentro de su organismo. Estas modificaciones podrían haber contribuido a la gravedad de la enfermedad, lo que subraya la importancia de seguir investigando la evolución del virus H5N1 en seres humanos.
Desde marzo pasado, Estados Unidos ha reportado 66 casos confirmados de gripe aviar en humanos, aunque la mayoría han sido cuadros leves. La gran mayoría de los casos se han relacionado con trabajadores agrícolas expuestos a aves de corral enfermas o vacas lecheras.
Sin embargo, en al menos dos casos previos —un adulto en Missouri y un niño en California— las autoridades no han logrado determinar cómo ocurrió el contagio, lo que genera preguntas sobre posibles vías de transmisión no identificadas.
El caso de Luisiana es especialmente relevante, ya que es el primero vinculado específicamente a aves de corral en un entorno doméstico, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Propagación del virus y riesgos futuros
La gripe aviar H5N1 ha mostrado una propagación significativa en el entorno natural y agrícola de Estados Unidos, afectando a aves silvestres, aves de corral, vacas y otros animales. Esta propagación no solo amenaza la industria avícola, sino que también aumenta las posibilidades de que el virus pueda adaptarse más a los humanos, incrementando el riesgo de contagios.
No obstante, las autoridades han asegurado que no hay evidencia de transmisión de persona a persona en este caso, y los esfuerzos se centran en contener el impacto del virus en los entornos afectados.
Medidas de Prevención y Vigilancia
Ante esta situación, los CDC han reforzado las recomendaciones para prevenir infecciones en humanos. Estas incluyen:
- Evitar el contacto con aves enfermas o muertas.
- Usar equipos de protección adecuados en granjas o lugares de trabajo relacionados con aves.
- Informar de inmediato cualquier síntoma relacionado con afecciones respiratorias en personas expuestas a aves de corral.
Además, las autoridades han intensificado la vigilancia genómica del virus para identificar mutaciones y evaluar riesgos potenciales de transmisión.