Vecindarios enteros del sur y el medio oeste de Estados Unidos amanecieron este domingo con escenas de destrucción tras el paso de un violento sistema de tormentas y tornados que dejó al menos 27 personas muertas y miles de damnificados.
Las autoridades confirmaron víctimas fatales en Kentucky, Missouri y Virginia, y advirtieron que el número de fallecidos podría aumentar con el correr de las horas. La alcaldesa de Santa Luis, en Missouri, Cara Spence, calificó la situación como "realmente desgarradora" durante una conferencia de prensa.
El fenómeno climático arrasó con viviendas, cerró decenas de rutas estatales y dejó a miles de personas sin hogar. Kentucky fue el estado más golpeado: allí, un tornado arrasó con cientos de casas y arrojó vehículos por los aires. Al menos 18 personas murieron en esa zona, la mayoría en el sureste del condado de Laurel. Otras diez resultaron gravemente heridas.
"Estamos trabajando arduamente para abordar los trágicos daños y muertes causados por el clima severo. Estamos asegurando opciones de vivienda de emergencia y buscando sitios para viviendas intermedias", señaló el gobernador Andy Beshear a través de la red X.
El mismo sistema meteorológico provocó la muerte de otras siete personas en Missouri y dos más en el norte de Virginia. Además, se reportaron tornados en Wisconsin, temperaturas extremas en Texas y una inusual nube de polvo que cubrió parte de Illinois, incluyendo Chicago, durante una jornada por lo demás soleada.
Beshear anticipó que este lunes llegarán equipos de inspección a Kentucky, con el objetivo de preparar una solicitud de asistencia federal por desastre. Mientras tanto, al menos dos docenas de carreteras estatales permanecen cerradas, y en algunos casos podrían tardar días en ser reabiertas.