Ucrania confirmó este lunes un nuevo ataque contra infraestructura energética en territorio ruso. Según informó el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas ucranianas, sus tropas bombardearon durante la noche la estación de bombeo de petróleo Nikolskoe, ubicada en la región rusa de Tambov.
El operativo provocó la paralización total del bombeo a través del oleoducto Druzhba, considerado clave para el suministro de petróleo ruso. El comunicado oficial señaló que la instalación atacada forma parte de la infraestructura económica de Moscú y está vinculada al abastecimiento del Ejército ruso.
Este episodio se suma al ataque de la semana pasada contra la estación de bombeo de Unecha, en la región de Briansk, también integrada al sistema Druzhba. El oleoducto, uno de los más extensos del mundo, transporta crudo desde Rusia hacia países de Europa Central y Oriental.
Aunque la Unión Europea aplicó restricciones a las importaciones de petróleo ruso tras la invasión a Ucrania, el Druzhba quedó exceptuado de las sanciones, lo que permitió mantener el flujo de crudo a varios Estados miembros.
Con este nuevo ataque, Kiev refuerza su estrategia de golpear infraestructuras críticas rusas, en un intento por debilitar tanto el frente económico como el militar de Moscú.