La actividad hotelera volvió a mostrar señales de retracción en octubre, con una caída generalizada de las pernoctaciones que dejó en evidencia el retroceso del turismo interno. En un contexto de ingresos ajustados y menor nivel de consumo, el impacto se siente en todo el país, incluida la provincia de Catamarca, donde el movimiento turístico depende en gran medida de los viajeros residentes.

De acuerdo con la Encuesta de Ocupación Hotelera del INDEC, durante el décimo mes del año se registraron 3,6 millones de pernoctaciones en establecimientos hoteleros y parahoteleros, lo que representó una baja interanual del 2,9 por ciento.

El dato más preocupante se concentró nuevamente en los viajeros residentes, cuyas pernoctaciones se redujeron un 5,2 por ciento respecto de octubre del año pasado. En contraste, las correspondientes a turistas no residentes crecieron un 6,4 por ciento, una dinámica que se repite desde comienzos de año y que deja al descubierto la pérdida de protagonismo del turismo local.

Del total de 1,6 millones de viajeros hospedados, cerca del 78 por ciento fueron residentes, aunque este segmento registró una caída interanual del 1,6 por ciento. En sentido opuesto, los turistas no residentes aumentaron un 8,9 por ciento.

La retracción del movimiento interno también se reflejó en la estadía promedio, que se ubicó en 2,2 noches, con una baja del 3,4 por ciento en comparación con igual mes de 2024. Las regiones con mayor peso turístico no lograron escapar a esta tendencia. Patagonia concentró el mayor volumen de pernoctaciones, aunque igualmente mostró una caída interanual del 1 por ciento, mientras que la provincia de Buenos Aires registró un retroceso del 11,8 por ciento.

A nivel nacional, la tasa de ocupación de habitaciones fue del 43,6 por ciento, con desempeños dispares entre los distintos segmentos. Los hoteles de una y dos estrellas y los establecimientos parahoteleros resultaron los más afectados, con caídas interanuales tanto en viajeros hospedados como en noches vendidas.

En términos desestacionalizados, las pernoctaciones totales disminuyeron un 1,5 por ciento respecto de septiembre, y la serie tendencia-ciclo volvió a exhibir una variación negativa, lo que confirma que la actividad turística aún no logra encontrar un piso de recuperación.