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¿Nueva ola polar?: el sector energético busca evitar un nuevo faltante de gas

Tras los cortes a hogares y empresas a comienzos de julio, el Gobierno y las distribuidoras siguen de cerca el clima y advierten sobre la necesidad de un "plan B". Hubo fallas técnicas, demoras en la gestión y falta de previsión.

13 Julio de 2025 09.15

Mientras julio avanza con temperaturas más templadas, el sector energético ya anticipa una posible nueva ola de frío extremo para los próximos días y activa mecanismos de prevención para evitar una repetición del colapso que provocó cortes de gas, incluso en hogares.

"Se habla de una segunda ola de frío dentro de 15 días", advirtió a TN un ejecutivo de una empresa gasífera, que formó parte del Comité de Emergencia que activó el Gobierno ante la crisis de abastecimiento. Aunque prefirió mantener el anonimato, aseguró que el antecedente obliga a "aprender de lo que pasó".

Un sistema en tensión

Desde el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) informaron que, si bien se prevé un nuevo descenso de temperatura, no se espera un pico de consumo como el registrado a inicios de julio, cuando la demanda prioritaria (hogares, hospitales, escuelas) superó los 100 millones de metros cúbicos diarios (MMm³/d), un récord histórico.

Según las proyecciones oficiales, el nuevo escenario marcaría un consumo en torno a los 80 MMm³/d, cifra considerada sostenible mediante recursos como el gas natural licuado (GNL) importado por barco, cortes programados a contratos interrumpibles (como estaciones de GNC) y el uso máximo del "line pack" —el gas almacenado en los ductos— que este fin de semana alcanzaría su capacidad plena.

Las lecciones pendientes

Pese a que el pronóstico climático no anticipa un frío tan extremo como el anterior, las empresas del sector coinciden en que es necesario un "plan B". El episodio dejó expuestas fallas de comunicación entre productoras, distribuidoras y autoridades, así como demoras en activar medidas preventivas.

Durante los días críticos —entre el 30 de junio y el 2 de julio— se registró una abrupta caída de entre 7 y 10 MMm³/d en la producción de Vaca Muerta, causada por congelamiento en los yacimientos y fallas técnicas. Dos petroleras entregaron en total 40 millones de metros cúbicos menos y aplicaron cláusulas de fuerza mayor. A la vez, hubo industrias que no cumplieron con los pedidos de corte, complicando aún más el panorama.

El abastecimiento durante el invierno depende, en gran parte, de las importaciones de GNL a cargo de Enarsa, mientras que Cammesa debe garantizar el suministro para generación eléctrica. El Plan Gas, por su parte, solo cubre una parte de la producción local.

En medio de la crisis, también se interrumpieron las exportaciones a Chile, una medida que dejó secuelas diplomáticas y afectó la imagen internacional del país.

Visión crítica de un exfuncionario

Mario Cairella, exvicepresidente de Cammesa, atribuyó lo sucedido tanto a problemas estructurales como a fallas de gestión. "Hubo una falta de coordinación entre la Secretaría de Energía, Cammesa y Enargas. Esta vez había pronósticos claros y se podría haber actuado antes", remarcó.

Según Cairella, el colapso del sistema se aceleró por la pérdida de presión en el "line pack", lo que hizo que muchos medidores residenciales cortaran el suministro por seguridad. "Reestablecerlos requiere intervención manual casa por casa, como pasó en Mar del Plata", detalló.

Además, criticó la falta de infraestructura: "No se avanzó con la reversión del Gasoducto Norte, las plantas compresoras siguen pendientes y se abandonó la estrategia de sobregarantizar la oferta con importaciones, lo que dejó poco margen de maniobra".

Su pronóstico no es alentador: "Si viene otra ola de frío fuerte que dure dos o tres días, va a volver a pasar lo mismo".