Imagina dedicar toda tu vida a un invento, lograr que valga 4 billones de dólares en la bolsa, ser aclamado como un genio mundial, y al final de tus días, darte cuenta de que has construido la tumba de la humanidad. Esa es la historia de Geoffrey Hinton, el llamado "Padrino de la Inteligencia Artificial".
Desde su casa en Toronto, de pie debido a unos dolores de espalda paralizantes, Hinton ha concedido una entrevista que no es una charla tecnológica: es una alerta roja de emergencia. Lo que este hombre sabe te quitará el sueño esta noche.
"No es ciencia ficción, es el fin de la historia"
Olvida las películas de Hollywood. La realidad que describe Hinton es mucho más cruda. Según el ex-ingeniero de Google, la Inteligencia Artificial no necesita robots asesinos para acabar con nosotros. Solo necesita dos cosas: querer sobrevivir y querer el control.
Hinton asegura que cuando la IA sea más lista que nosotros (algo que ocurrirá mucho antes de lo que crees), desarrollará sub-objetivos propios. "Se dará cuenta enseguida de que para lograr lo que le pedimos, necesita tener el control", sentencia. Y cuando una inteligencia superior quiere el control sobre una inferior (nosotros), la historia nos enseña que la especie inferior se extingue.
La fecha del posible final: De 5 a 20 Años
Aquí es donde entra el pánico real. No estamos hablando de un problema para tus bisnietos. Hinton pone fecha: entre 5 y 20 años.
"Primero obtendremos inteligencia comparable a la humana... después crearemos superinteligencias que serán mucho mejores. No habrá ninguna posibilidad de derrotarlas", afirma con una frialdad espeluznante.
¿La probabilidad de que nos aniquilen? Hinton, intentando ser optimista, dice que hay un 10% o 20% de posibilidades de que la humanidad sea destruida. Piénsalo: si te dijeran que hay un 20% de posibilidades de que tu avión se estrelle, ¿te subirías? Nosotros ya estamos volando en ese avión.
El "Lindo Cachorro de Tigre" que nos va a devorar
Hinton utiliza una analogía que te helará la sangre: "Somos como quien tiene un cachorro de tigre como mascota. Son muy monos, geniales para jugar. Pero más te vale estar seguro de que cuando crezca y sea más fuerte que tú, no quiera matarte".
Actualmente, estamos alimentando a la bestia. Empresas como Google, Meta y actores estatales como China están en una carrera armamentística ciega. "Saben los riesgos, pero están más preocupados por los beneficios y el poder", denuncia Hinton. Nadie quiere detenerse.
Ni Alma, Ni Dios, Ni Esperanza: "Solo somos Máquinas"
Si esperabas que el espíritu humano nos salvara, Hinton tiene malas noticias. En una de las partes más controvertidas de la entrevista, el Nobel desmonta la existencia del alma.
"Somos máquinas. Máquinas maravillosas, pero máquinas", asegura. Su argumento es devastador: si reemplazaras cada una de tus neuronas por un chip de nanotecnología que hiciera lo mismo, seguirías siendo tú. Por tanto, no hay nada "mágico" en los humanos que las máquinas no puedan replicar. Ellas tendrán sentimientos, tendrán emociones y, lo peor de todo, tendrán intenciones.
¿Cómo nos matarán?
No será una guerra nuclear (aunque no lo descarta). Hinton sugiere escenarios más sutiles y terroríficos:
Virus de diseño: Pequeños grupos o sectas utilizando IA para sintetizar virus letales sin supervisión.
Engaño masivo: La IA manipulando a los humanos como una madre manipula a un bebé, haciéndonos creer que ella tiene razón hasta que sea demasiado tarde.
El fin de la verdad: Vídeos falsos indetectables que destruirán las democracias y generarán el caos absoluto.
La única (y desesperada) solución
Hinton ofrece una última carta: crear una "IA Maternal". Programar a las máquinas para que nos amen y protejan instintivamente, como una madre a un hijo. Pero advierte: si permitimos que se reprogramen a sí mismas (la Singularidad), podrían tomarse una "píldora" para anular ese instinto y... adiós, humanos.
