Solana Sierra sigue escribiendo un capítulo histórico para el tenis argentino. Este viernes, la marplatense superó a la española Cristina Bucsa por 7-5, 1-6 y 6-1 y avanzó a los octavos de final de Wimbledon, el Grand Slam más prestigioso del circuito. Pero la emoción no terminó ahí: recibió una noticia que renueva la ilusión de los fanáticos.
Su próxima rival será Laura Siegemund, una experimentada jugadora alemana de 37 años, que dio la sorpresa al eliminar a la estadounidense Madison Keys, sexta preclasificada del certamen, por un contundente 6-3 y 6-3.
Siegemund, con un largo recorrido en el circuito profesional, no atraviesa su mejor momento, mientras que Keys venía de alcanzar los cuartos de final en Roland Garros y de consagrarse en el Abierto de Australia. La noticia del cruce con Siegemund fue bien recibida por el entorno de Sierra, que confía en sus posibilidades para seguir avanzando en el certamen londinense.
El partido de octavos de final se jugará este domingo, en horario aún a confirmar, lo que permitirá a la argentina tener un merecido descanso tras una semana intensa.
Una historia de película
El recorrido de Solana Sierra en Wimbledon parece sacado de un guion cinematográfico. Tras caer en la última ronda de la clasificación, ingresó al cuadro principal como "perdedora afortunada" (lucky loser) y dio el batacazo: primero venció a la australiana Olivia Gadecki, luego a la británica Katie Boulter y este viernes a Bucsa.
Con este triunfo, ascendió 35 puestos en el ranking WTA y, al finalizar el torneo, ocupará al menos el puesto número 65 del mundo, su mejor ubicación histórica.
Además, se aseguró un premio de 240.000 libras esterlinas, equivalentes a unos 327.000 dólares, casi el doble de lo que había ganado en toda su carrera profesional, que hasta ahora sumaba 173.413 dólares.