Los Pumas 7s alcanzaron este sábado una victoria tan sólida como necesaria. Una semana después de terminar últimos en el Seven de Dubái, el equipo dirigido por Santiago Gómez Cora mostró una versión completamente renovada y derrotó con autoridad a Fiji por 29-21 en una semifinal que, pese al marcador ajustado del final, fue dominada de punta a punta por el conjunto argentino. La clasificación a la final en Ciudad del Cabo devuelve confianza, reafirma el rumbo y los coloca nuevamente entre los protagonistas del circuito.

Desde el inicio, el seleccionado argentino se mostró preciso, decidido y contundente. En la primera jugada del encuentro, Luciano González Rizzoni marcó el tono: salió jugando desde las inmediaciones de su propio ingoal, recorrió más de 70 metros y abrió el camino para el try de Santiago Mare. Ese impacto inicial sirvió para que Argentina tomara el control y fijara el ritmo del partido, apoyada en la solidez en la obtención de las salidas y en la conducción inteligente del propio Mare, una pieza clave del engranaje ofensivo.

La semifinal se jugó en un Cape Town Stadium colmado y con una atmósfera vibrante. Pero la presión del escenario no alteró el plan argentino. Con Pedro De Haro, debutante en esta etapa, y luego Eliseo Morales manejando los tiempos, los Pumas 7s administraron el balón con criterio y neutralizaron cada intento de reacción de un rival que suele sentirse cómodo en partidos de ida y vuelta. Esta vez, sin embargo, la indisciplina de Fiji —frecuentes offsides y contactos adelantados— le impidió construir juego. Cada penal fue aprovechado por Argentina para pedir scrum y reiniciar acciones desde una plataforma segura.

La jugada que terminó de quebrar el partido surgió desde un scrum a 40 metros del ingoal rival. Una acción ensayada, un ataque frontal con espacio para Marcos Moneta y González Rizzoni, y el riojano apoyando un try que amplió la diferencia a 22-0. Ese fue el golpe de nocaut. Incluso una tarjeta amarilla a González Rizzoni podría haber complicado al equipo, pero Argentina mantuvo el orden defensivo, no cedió puntos en inferioridad numérica y sostuvo la ventaja con madurez.

El resultado final, 29-21, fue engañoso: Fiji descontó sobre el cierre, cuando el partido ya estaba prácticamente definido. La superioridad argentina fue clara, especialmente en la primera mitad, donde también se destacó Santiago Álvarez Fourcade con dos tries y una influencia decisiva en la estructura del equipo. Su experiencia y liderazgo fueron determinantes en una formación que transita una etapa de transición con varios jugadores jóvenes haciendo sus primeras armas en el alto nivel.

La clasificación a la final es, además, un logro con peso histórico. Desde que la sede sudafricana pasó a Ciudad del Cabo en 2015, Argentina llegó a cuatro finales: 2015, 2018, 2023 (cuando fue campeón aplastando a Australia por 45-12) y esta de 2025. Con ese antecedente reciente, la ilusión se renueva.

El rival en la definición será Sudáfrica, que superó a Francia en una semifinal ajustada hasta la última pelota. Los Blitzboks contarán con el respaldo del público y buscarán retener la corona obtenida en 2024. El último antecedente entre ambos en una final se dio en Vancouver 2025, con triunfo argentino por 19-12.

Tras el partido, Valentín Maldonado sintetizó el espíritu del equipo: "Era respetar el plan de juego, trabajar con humildad y lo sacamos adelante. Estamos muy bien; en la final se trata de no salirnos del libreto y esperemos que nos vaya bien".

A partir de las 11:43 (hora argentina), los Pumas 7s saldrán nuevamente al campo del Cape Town Stadium para disputar un duelo entre el último ganador de la serie y el campeón vigente de la temporada. Con figuras nacientes, referentes consolidados y un equipo decidido a escribir un nuevo capítulo, Argentina irá en busca del título.