River Plate enfrentará este miércoles a Palmeiras en San Pablo por la revancha de los cuartos de final de la Copa Libertadores, con la obligación de dar vuelta la serie tras la derrota 2-1 en el estadio Monumental. El equipo de Marcelo Gallardo debe ganar por un gol para forzar los penales o por más de un tanto para clasificar directamente a semifinales.

La delegación millonaria arribó a Brasil en medio de un clima caótico propio de la ciudad, con embotellamientos y un movimiento constante que funciona como metáfora de su presente futbolístico: inestable y lleno de interrogantes. Gallardo, recibido por cientos de hinchas —unos 2.000 estarán en el Allianz Parque bajo estricta seguridad—, todavía no definió el esquema. La duda es si repetirá la línea de 3/5 o apostará al 4-4-2 que mostró una mejor versión en el segundo tiempo de la ida.

El técnico confía en la reacción que vio en Núñez: "En el segundo tiempo se vio un equipo con otra cara. Esa es la que necesitamos en Brasil. Tenemos que estar mentalmente preparados, frescos en lo físico y también en las ideas", afirmó en conferencia.

Sin embargo, River no llega en su mejor momento. A la caída con Palmeiras se sumó una derrota frente a Atlético Tucumán por el torneo local, lo que dejó más dudas que certezas. Ante la falta de argumentos futbolísticos, los hinchas se aferran a la épica: recuerdan remontadas históricas en Brasil (Cruzeiro 2015, Gremio 2018, Palmeiras 2021) y hasta se ilusionan con el curioso "índice Alario", que asocia goles del exdelantero con buenos resultados de River. El último guiño fue el tanto de Lucas Alario para Estudiantes en la victoria sobre Defensa y Justicia.

Palmeiras, por su parte, mostró solidez en la ida, donde dominó el primer tiempo en el Monumental. Pero sabe que no puede confiarse: enfrente tendrá a un River golpeado pero con historia de grandes reacciones en instancias decisivas.

El duelo en el Allianz Parque definirá si River prolonga su sueño copero o queda en el camino.