Simone Biles, considerada la mejor gimnasta de todos los tiempos y una de las deportistas más admiradas de la historia olímpica, llegó este martes por la mañana a Buenos Aires para cumplir una intensa agenda de actividades que marcarán su primera visita a la Argentina. La estrella estadounidense, de 28 años, ofrecerá una charla motivacional y una clínica deportiva en el marco del reconocimiento de la capital argentina como Capital Mundial del Deporte 2027.
"Hola, estoy muy emocionada de anunciar que estaré en la Ciudad de Buenos Aires por unos días, ya que ha sido elegida Capital Mundial del Deporte 2027. Daré una clínica deportiva y también recorreré la ciudad. No puedo esperar para verlos a todos", expresó Biles en un video difundido por el Gobierno porteño la semana pasada, que despertó una enorme expectativa entre deportistas y fanáticos.
La gimnasta arribó acompañada por su equipo de trabajo y fue recibida con estrictas medidas de seguridad. Su visita se mantiene bajo un operativo de discreción, aunque se confirmó que este miércoles a las 10 será recibida por el jefe de Gobierno, Jorge Macri, antes de brindar su charla "El poder de creer" en la sede de Gobierno de la Ciudad. Luego, tomará contacto con autoridades, sponsors y un reducido grupo de medios de prensa.
Durante su estadía, Biles recorrerá algunos de los puntos más emblemáticos de la ciudad, como el barrio de La Boca, el Obelisco y otros sitios de valor histórico y cultural. El jueves a las 17 encabezará una clínica de gimnasia artística en el Estadio Mary Terán de Weiss, en Villa Soldati, complejo que integró el Parque Olímpico de los Juegos de la Juventud Buenos Aires 2018. La gran demanda de inscripciones llevó a mudar la actividad, inicialmente prevista en un espacio más pequeño, al estadio principal. Ambas actividades son gratuitas, aunque con cupos limitados.
Apodada "La GOAT" (sigla de Greatest of All Time, "la más grande de todos los tiempos"), Biles es dueña de 11 medallas olímpicas y 30 podios mundiales, además de tener varios movimientos gimnásticos que llevan su nombre. Más allá de su talento, se convirtió en un símbolo de resiliencia tras su decisión de priorizar su salud mental en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde renunció a competir para cuidar su bienestar emocional. De hecho, Simone reveló que tiene TDAH y usa medicamentos para esa condición y que desde pequeña he estado tomando medicamentos para ello. Su neurodivergencia probablemente ha contribuido a su capacidad incomparable para hiperconcentrarse en el entrenamiento, la precisión y el rendimiento
Superó una infancia marcada por dificultades familiares —fue adoptada por sus abuelos— y fue una de las víctimas del escándalo de abusos sexuales perpetrado por el médico Larry Nassar. Su historia, sumada a su activismo contra el racismo y en favor de los derechos de las mujeres, la transformó en un ícono del deporte y del empoderamiento personal.
Su llegada a la Argentina, comparable solo con la visita de Usain Bolt en 2013, refuerza el valor del deporte como herramienta de inspiración, disciplina y transformación social.
