Haití vive momentos de caos y violencia. Este lunes, un avión de Spirit Airlines , el vuelo 951, recibió disparos mientras aterrizaba en Puerto Príncipe, la capital del país, y se desviaba hacia Santiago, en la República Dominicana. Según la aerolínea, uno de los tripulantes resultó levemente herido en el ataque, que ocurre en un contexto de creciente violencia en la ciudad.
El vuelo, que había partido de Fort Lauderdale , en Florida, hacia Puerto Príncipe, llegó en un momento de extrema tensión en la capital haitiana, que se encuentra bajo un paro armado impuesto por las bandas criminales. Estas bandas, pertenecientes a la coalición Vivre Ensemble (Vivir Juntos) , han tomado el control de grandes áreas de la ciudad, lo que ha paralizado las actividades comerciales y educativas. El mismo día en que afirmó el nuevo primer ministro, Alix Didier Fils-Aime , la ciudad está prácticamente vacía, con calles desiertas y negocios cerrados.
Escuelas, universidades, bancos y algunos consulados permanecen cerrados, mientras las calles, habitualmente concurridas, ahora están casi desiertas. Solo se escuchan disparos en algunas zonas de Puerto Príncipe, lo que refleja el control de las bandas armadas en muchas partes de la ciudad.
El líder de la coalición Vivre Ensemble, Jimmy Cherizier , conocido como 'Barbecue' , difundió un mensaje en redes sociales advirtiendo sobre nuevos días de violencia. En el video, de cinco minutos, pidió a la población que no saliera a la calle si no era estrictamente necesario, anunciando que la "batalla empezaría de nuevo" y que el terror se reanudaría en la ciudad.
El conflicto entre las bandas y el Gobierno se ha intensificado aún más en los últimos días. La violencia ha aumentado desde que Garry Conille , el anterior primer ministro, fue destituido tras un enfrentamiento con miembros del Consejo Presidencial de Transición (CPT), quienes están acusados de corrupción. En medio de este conflicto político, las bandas armadas han ganado poder, lo que ha llevado a una situación de inestabilidad generalizada en el país.
A pesar de la presencia desde junio de efectivos de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad , liderada por Kenia y con el aval de la ONU, la violencia continúa imparable. Según la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (Binuh) , entre julio y septiembre de 2023, al menos 1.223 personas murieron y otras 522 resultaron heridas como consecuencia de los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y las bandas armadas. En el primer semestre del mismo año, ya se habían registrado 3.900 víctimas , lo que eleva a más de 8.000 las víctimas mortales y heridas a finales de 2023.
La situación en Haití sigue siendo crítica, con la violencia, la pobreza y la inestabilidad política alimentando un círculo vicioso que parece no tener fin. La comunidad internacional, incluida la ONU, sigue monitoreando de cerca los acontecimientos, pero la respuesta efectiva aún parece lejana en un contexto de creciente control de las bandas sobre áreas clave del país.