Bolsonaro lideró una marcha masiva para exigir la amnistía para golpistas
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, enjuiciado penalmente por conspiración para dar un golpe de Estado, encabezó este domingo una multitudinaria manifestación en San Pablo en la que se declaró un "perseguido" como sucede a su juicio con el presidente Donald Trump, en Estados Unidos, y la líder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen.

El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió al centro de la escena política al encabezar una masiva manifestación en San Pablo. La protesta tuvo como eje central la exigencia de amnistía para los condenados por el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023, cuando bolsonaristas invadieron las sedes de los tres poderes en Brasilia. Este evento, que movilizó a unas 45.000 personas, según la Universidad de São Paulo y organizaciones independientes, marca el primer acto público de respaldo a Bolsonaro tras ser acusado penalmente por conspiración golpista.

En su discurso, el exmandatario se presentó como una víctima del "activismo judicial" y se comparó con figuras como Donald Trump y Marine Le Pen, asegurando que existe una estrategia global para inhabilitar a líderes de derecha. "Como inhabilitaron a Le Pen en Francia, como quisieron inhabilitar a Trump en Estados Unidos, como hizo Maduro en Venezuela", declaró, al tiempo que criticó su propia inhabilitación electoral por ocho años.

 

La marcha de Bolsonaro y el reclamo por una ley de amnistía

La manifestación tuvo un claro objetivo político: presionar al Congreso brasileño para que incluya en la agenda legislativa un proyecto de ley que otorgue amnistía a los cerca de 500 condenados por los hechos del 8 de enero, incluyendo al propio Bolsonaro. La ley propuesta busca eliminar cualquier tipo de responsabilidad penal sobre quienes participaron en el intento de subvertir el orden democrático tras la victoria electoral de Luiz Inácio Lula da Silva.

Durante la protesta, se desplegaron banderas de Estados Unidos e Israel, y abundaron carteles con frases como "¡Amnistía ya!" y críticas a la Corte Suprema, principal órgano que ha llevado adelante las investigaciones y condenas. El acto fue simbólicamente realizado en la Avenida Paulista, uno de los puntos neurálgicos de San Pablo, y contó con la presencia de gobernadores de siete estados brasileños, así como de figuras clave del entorno político, religioso y familiar de Bolsonaro.

 

El proceso judicial contra Bolsonaro y su impacto político

El expresidente enfrenta un proceso ante el Supremo Tribunal de Justicia, junto a exministros y altos mandos militares. Todos están acusados de orquestar una conspiración entre 2021 y 2022 para revertir los resultados de las elecciones y permanecer en el poder. A pesar de las acusaciones, Bolsonaro mantiene un fuerte núcleo de apoyo popular y político, especialmente entre sectores conservadores y religiosos.

Su presencia en la marcha representa un intento de reposicionamiento estratégico de cara a las presidenciales de 2026, incluso si actualmente está inhabilitado para competir. Según sus propias palabras, realizar elecciones sin su participación es "negar la democracia y exponer la dictadura de Brasil".

 

Bolsonaro revive tensiones políticas en Brasil con una narrativa de persecución

La manifestación liderada por Jair Bolsonaro no solo refleja su resistencia judicial y política, sino también una clara intención de reconfigurar el escenario político brasileño a través de una narrativa de persecución y victimización. Al compararse con Trump y Le Pen, Bolsonaro busca internacionalizar su discurso y reforzar su conexión con un electorado conservador que desconfía de las instituciones judiciales.

Con una base movilizada y presión creciente sobre el Congreso, el futuro del proyecto de ley de amnistía será clave para definir el curso del conflicto político y judicial que atraviesa Brasil. Mientras tanto, el juicio contra Bolsonaro y sus aliados promete ser un punto de inflexión tanto para su carrera como para la estabilidad democrática del país.