China, Rusia y Pakistán exigen un alto el fuego inmediato en Medio Oriente tras el ataque de EE.UU. a Irán
China, Rusia y Pakistán reclamaron un alto el fuego inmediato en Medio Oriente durante una reunión de emergencia en la ONU, tras los ataques de Estados Unidos a instalaciones nucleares iraníes. La ONU y el OIEA advirtieron sobre el peligro de una escalada sin precedentes.

Luego de los recientes bombardeos estadounidenses contra instalaciones nucleares en Irán, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas celebró una reunión de emergencia a pedido del régimen iraní. Durante el encuentro, China, Rusia y Pakistán presentaron una resolución conjunta en la que reclamaron un alto el fuego inmediato e incondicional en Medio Oriente.

La resolución, además, demanda el respeto al derecho internacional, la protección de los civiles y la apertura urgente de diálogos diplomáticos para evitar una expansión del conflicto que se torna cada vez más crítico.

China y Rusia condenan el ataque: "Una violación flagrante del derecho internacional"

El embajador chino ante la ONU, Fu Cong, fue contundente al calificar el bombardeo de Estados Unidos como una violación a la soberanía, seguridad e integridad territorial de Irán, así como una amenaza directa al régimen de no proliferación nuclear.

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán emitió un comunicado solicitando acciones concretas al Consejo de Seguridad de la ONU y al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Afirmaron que el silencio ante lo ocurrido "hundiría al mundo en un nivel de peligro y caos sin precedentes".

Guterres: "La región no soportará otro ciclo de destrucción"

El secretario general de la ONU, António Guterres, también intervino en la sesión extraordinaria y lanzó una fuerte advertencia: "La gente de la región no puede soportar otro ciclo de destrucción". Guterres calificó la situación como un "giro extremadamente peligroso" en el equilibrio de Medio Oriente.

Además, señaló el riesgo de una cadena interminable de represalias que podrían derivar en un conflicto regional de gran escala, afectando la estabilidad mundial.

El OIEA en alerta por posibles daños radiactivos

El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, se sumó a las voces de preocupación. A través de una intervención virtual, remarcó que existe una ventana crítica para el diálogo que no debe desaprovecharse.

Grossi reveló que los ataques dejaron cráteres visibles en la central de Fordow, una de las principales instalaciones de enriquecimiento de uranio al 60% en Irán. Sin embargo, advirtió que aún no se pueden evaluar los daños subterráneos debido a la falta de acceso. "Los ataques armados contra instalaciones nucleares nunca deberían tener lugar", afirmó con énfasis.

El titular del OIEA insistió en los riesgos potenciales de emisiones radiactivas, lo que implicaría un peligro global, no solo regional.

Preocupación global por una escalada sin precedentes

Las consecuencias de la operación militar liderada por Estados Unidos continúan generando un efecto dominó en el escenario internacional. A medida que aumentan las tensiones entre potencias globales y actores regionales, se profundiza el temor a un conflicto bélico de gran magnitud en Medio Oriente.

Mientras las potencias nucleares como China y Rusia piden contención y diplomacia, el Consejo de Seguridad deberá decidir si apoya la resolución impulsada por estos países o si adopta una postura más neutral frente a las acciones de Washington.

Una crisis que pone en jaque la estabilidad global

La intervención militar de EE.UU. en Irán marcó un punto de inflexión en el conflicto entre Israel, Irán y Estados Unidos, y abrió la puerta a una grave crisis geopolítica. Las voces en la ONU alertan sobre el riesgo de una escalada nuclear, mientras el mundo observa con preocupación el futuro inmediato de una región históricamente inestable.

El llamado a un alto el fuego incondicional y la necesidad urgente de diálogo diplomático se presentan como las únicas salidas para evitar un conflicto que podría tener repercusiones irreversibles a nivel global.