Tras 23 días de internación en el Hospital Gemelli de Roma, el papa Francisco muestra signos de mejoría. Según informó el Vaticano, el sumo pontífice está respondiendo favorablemente al tratamiento médico, aunque su estado de salud sigue siendo monitoreado con precaución.
Francisco, de 88 años, fue hospitalizado el 14 de febrero debido a una bronquitis que evolucionó en neumonía bilateral. Pese a la preocupación inicial, los reportes oficiales destacan una "buena respuesta a la terapia", lo que representa una señal alentadora para la comunidad católica mundial.
Los avances en la salud del papa Francisco
El pasado viernes 7 de marzo, el papa logró salir de su habitación por unos minutos, asistiendo a una capilla cercana donde permaneció durante aproximadamente 20 minutos. Además, según informó la Santa Sede, también reanudó algunas de sus actividades de trabajo, lo que refuerza las expectativas sobre su recuperación.
Un día antes, el pontífice envió un mensaje de audio agradeciendo las oraciones y muestras de apoyo de los fieles. "Agradezco de todo corazón las oraciones que hacen por mi salud desde la Plaza (de San Pedro). Los acompaño desde acá. Que Dios los bendiga y que la Virgen los cuide. Gracias", expresó.
Estos acontecimientos han sido interpretados como una señal de estabilidad, aunque las dudas sobre su capacidad para retomar plenamente sus funciones persisten.
Un historial de hospitalizaciones en aumento
Desde el inicio de su pontificado en 2013, Francisco ha enfrentado diversos problemas de salud. Entre 2021 y 2025, fue hospitalizado en cuatro ocasiones, pero ninguna de ellas requirió una internación tan prolongada como la actual.
Esta situación ha reavivado los debates sobre su resistencia física y su capacidad para continuar liderando la Iglesia católica en los próximos años. A pesar de sus problemas de movilidad y las afecciones respiratorias, el papa ha mantenido una agenda activa, aunque con ajustes para reducir el esfuerzo físico.